Hacker| rdg

Capítulo 20

Narrador desconocido:

Florida, Miami 31 de Junio 17:30 P.M. Sede de la CIA Estadounidense.

Mi preocupación aumentaba a medida que pasaban los minutos. Hacía 3 largas horas que envié a mi agente 662 hacia el lugar que me había uno de los delincuentes más buscados del momento, solo para investigar.

No tenía noticias de ella desde que me pidió por Dios que le enviara refuerzos. Obedecí su petición y gracias a mis contactos, logré que nuestros compatriotas españoles enviaran a dos de sus agentes para ayudarla.

No tenía notícias y empezaba a preocuparme de verdad. Llamaba sin cesar a su teléfono móvil, pero en ninguna de esas llamadas hubo respuesta. Sentado en la silla de mi despacho, mientras me lamentaba por haberla enviado a aquella sucia trampa, la muerte segura. Mis pensamientos fueron interrumpidos por alguién que entraba sin llamar al despacho. Levanté la cabeza y era mi mujer.

-¿Sabes algo?- dijo, por su tono de voz se le notaba muy preocupada.

- No...- dije con mi último aliento antes de darle un puñetazo a la mesa de cristal.- ¡Joder! No debía haberla enviado, es muy arriesgado para ella. Ahora me lamentaré por siempre si le pasara algo...- Mi esposa sollozó y se tapó la boca mientras sus lágrimas salían y le empapaban la cara.

- So... solo, quiero que... que ella... esté bien...- logró decir después de un rato de llantos por su parte.

Vino hacia mí y acarició mi cabeza lentamente para intentar tranquilizar mis nervios. No consiguió que me olvidara de lo que hice, pero consiguió calmarme un poco.

- Mi amor...- dijo. Yo la miré.

- Dime...- dije.

- Creo... que es la hora, hora de decir la verdad.- dijo. Quedé petrificado ante sus palabras. No lograba creer que en estos momentos quisiera hacer eso.

- ¡Me niego en rotundo!- dije. Ella me miró con los ojos aguados de lágrimas, esperando una explicación.- ¡Marie, piensa en nuestros otros hijos! ¡Piensa en Ashley! ¡En nuestra pequeña Lyli!- dije.- ¡Piensa en Brandon y Ashton! ¿Qué sería de ellos?

Ella me miraba realmente apenada por lo que le pudiera suceder a nuestra familia.

- Acabamos de unir a toda nuestra familia después de mucho tiempo. ¿Qué crees que pasaría si volviésemos a separarnos?- dije ya un poco más calmado.- Se que tenemos que salvarla. Pero eso nos puede costar su vida, la vida de nuestros demás hijos... y la nuestra.- dije. Ella volvió a recaer en el mar de lágrimas de unos minutos atrás.

Puede que fuera duro, pero era así. La vida era así de cruel. Yo no quería que Ela tuviera que pasar por todo este tipo de cosas. Ni mucho menos hubiera permitido que se fuera si hubiera sabido que no volvería. Siempre pensé que ella sabía salir de los problemas perfectamente sola, sin ayuda de nadie, pero ahora me arrepiento de no haber sido alguién bueno para ella después de estos 3 años que estoy a su lado. Abracé a mi esposa y la consolé por un largo rato. Nada cambió entre nosotros en todos estos años, y eso me alegraba. Ayudar a la CIA, el que intentaran matarnos, el tener que destinar a nuestros hijos con otras familias... todo eso fue doloroso para todos, pero nunca afectó a nuestra relación. Siempre pensé que durariamos para toda la vida.

*Flashback*

Nervioso. Esa era palabra que definía mi estado de ánimo. Realmente nervioso. La prueba dió positivo. No podía creerlo. Tenía miedo, ¿Qué hariamos ahora? ¿Alguién me lo puede decir? La vida de agente secreto es realmente peligrosa, y no me gustaría que les pasara nada. Todos mis amigos me lo advertieron más de una vez, era peligroso tener novia siendo agente secreto. Pero yo les ignoraba.

Pensaba que jamás le pasaría nada si yo estaba allí para protegerla, y en principio pude protegerla llegando en el momento justo para evitarle los ataques, como su superhéroe o algo así. Pero nunca pensé en que esto podía duplicarse. Sí, entendí bien. Estaba sentado frente a mi amada, si poder creer en lo que hacía medio minuto me había dicho. Sus hermosos ojos color cielo se llenaban de lágrimas.

"No podía verla así"

Pensaba mi subconsciente. En parte la culpa era mía y la asumía. Pero ahora tiempo de buscarle una solución

- Mi amor...- dije. Tenía ganas de llorar, pero no podía hacerlo delante suya porque si no... ella terminaría por hacerlo definitivamente.- Creo... que encontré una solución a este problema.

- ¿Y bien?- dijo después de secarse las lágrimas.

- Espera los 9 meses, después daremos al niño en adopción hasta los 18.- dije. Ni yo mismo creía la crueldad de mis palabras.

- No... mis niños no...- dijo. Sollozó y todavía no sabía porqué hablaba en plural del bebé. Como si me leyera la mente, respondió a mi pregunta.- Son mellizos Harold...- dijo.

- Entoces se los daremos en adopción a los dos a unos amigos de la empresa de mi padre. Se que los cuidarán como sus propios hijos, ya que ellos no pueden tener niños.- dije. Parecía haberla convencido.

- Y ahora queda pensar. ¿Qué haré mientras tanto? Tengo 16 años. ¿Donde iré? Mis padres me van a hechar de casa como se enteren de que quedé embarazada de un hombre de 19 años... Sabes que si mi padre se entera, TE MATA.- dijo.

- Tranquila, yo lo tengo todo pensado. Te conseguiré una casa en la capital, con toda comodidad para tí. Me reuniré contigo dentro de 9 meses. Llevaré a los niños al amigo de familia, e intentaré solucionar esta gran cagada que he hecho.- dije.- Llevate todo lo necesario. Esta noche justo a las 10 de la noche vendré por tí a llevarte a la capital. No te despidas de tus padres, sospecharían que pasa algo...- No le dí tiempo a responder ya que me fuí de la casa.

Debía comprender que solo quiero protegerla. Por encima de todo, así que lo mejor era llevarla lejos de este lugar ya que su vida corría un grave peligro. Sobretodo tenía miedo de que Lord James le hiciera algo a mis hijos o al amor de mi vida. Por eso quería ponerlos a salvo.

*Fin del flashback*