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Capítulo 24

- Pensarás que soy una debilucha.- dije y le miré a los ojos. Estos habían perdido su brillo natural.

- No lo pienso. Pienso que eres una chica, qué, sin merecerlo, has pasado por cosas realmente horribles. Pero has sabido afrontarlas con valentía. ¿Porqué crees que yo pienso que eres débil? Yo te admiro.- dijo. Sus palabras me conmovieron.

- Lo pensaba por qué casi siempre me quiebro a llorar con facilidad.- dije. Él rió ante mi comentario.

- Llorar no es malo ¿sabes? Llorar es de valientes. Es una forma de hacerle saber a la otra persona como te siente en estos momentos.- dijo. Joder. Tenía toda la puta razón en todo lo que decía.

- Me alegra que pienses así. ¿Puedo darte un abrazo? En estos momentos de triteza siempre viene bien uno.- dije.

Al instante Adriel me cojió del brazo, provocando que nos fundieramos en un abrazo, que a mi parecer era perfecto. Él me aferraba fuerte con sus brazos. Hacía tiempo que no me sentía así, y mucho menos que me daban un abrazo tan perfecto.

Al cabo de un rato nos separamos. Seguía mirando a la puerta de la habitación en donde estaba Ruben.

- Creo que es mejor que me vaya. Por hoy adelantamos bastante ¿No crees?- dijo el morrocho, asentí y le acompañé a la puerta.

- ¿Mañana seguiremos?- dije. Él asintió y se apoyó en el marco de la puerta mirandome fijo.

- Por supuesto.- dijo y mostró sus perfectos dientes color blanco.

No pude evitar el sonrojo ya que no me gustaba que me miraban

- ¿Me das tú número cielo?- dijo. Se lo dí. Me dio dos besos y se fue camino a quién sabe donde.

Puse rumbo a mi habitación. Me senté en la cama, a un lado de Ruben. Mientras le miraba, acariciaba delicadamente su pelo.

Seguía pensando en lo que hizo por mí. Arriesgó su vida solo para que la bala de Bultury no me diera a mí.

- ¿Porqué tienes que ser tan jodidamente estupido y tan terco?- dije en un susurro poco auditible.- Sin duda es lo más jodidamente hermoso que han hecho por mí en la vida.- dije y sonreí.

Seguía mirándolo durante horas. Una persona normal podía aburrirse facilmente tan solo 5 minutos después. Pero para mi era un total remanso de paz, en el que solo estabamos él y yo. Descubría poco a poco sus rasgos faciales, exploraba todo de él

"Pero sería más hermoso con sus ojos abiertos"

Cierto es que hechaba de menos el color de sus ojos... No podía resistirme a él.

"¿Como una persona tan linda como él puede llegar a ser tan peligrosa?"

Pensé hasta que ne venció el agotamiento.

*En el sueño*

"Eres lo más importante para mí."
"No quiero perderte."
"Cuidado Ela por detrás"
"NOOOOOOO"
"¿¡PORQUÉ NO ME LO DIJISTE ELA!? ¿¡PORQUÉ NO ME DIJISTE QUE ERAS AGENTE SECRETO!?"
La voz de Ruben...

*Fin del sueño*

Desperté sobresaltada de aquel sueño tan aterrador. De todas las pesadillas que tuve, ninguna se compara con esta. Estaba cubierta de sudor frío, con las frases e imagenes de mi traición hacia Ruben en la cabeza.

Noté algo moverse a mi lado. Al principio me sobresalté, pero 3 segundos después sonreí como una boba.

Miré a mi lado, y pude ver a Ruben intentando despertar. Eso hizo que un pensamiento pasara por mi mente.

"Debía cambiarme para que no se acordara de lo que pasó mirando mi ropa"

Cojí una camiseta blanca de tirantes básica, unos pantalones vaqueros cortos, con unas sandalias y mi ropa interior y me metí a la ducha.

Puse el agua a mi gusto y tarde menos de 3 minutos. Cuando salí, me vestí y me arreglé el pelo.

Salí del baño y para mi sorpresa Ruben aún no estaba despierto. Miré mi movil y eran las 7:58 m.p. El efecto del gas anestésico que le puso el doctor durará hasta las 8:00 m.p. Así que me senté en el un lado de la cama esperando que despertase.

Cuando lo hizo, se asustó un poco e intentó recolocarse en la cama para mirar en donde estaba.

- No te muevas Ruben... te hara daño.- dije refiriendome a su herida. Él me miró un poco extrañado de que estuviera aquí

- ¿Que... que hago aquí...? ¿Y porqué se supone que me dolerá algo si me coloco cómodo?- me pilló deprevenida definitivamente.

- Estás aquí porque hace dos días te encontré en medio de la acera, tirado e inconsciente. Puede que no te acuerdes, por que tienes un fuerte golpe en la cabeza, pero una banda de ladrones te quería quitar el dinero y te pegaron un navajazo en el abdomen. Al parecer que estabas muerto, huyeron y yo que te ví te traje hasta aquí y pagué un médico para que viniera a curarte.- dije. Pareció sonar convincente ya que él puso una cara de aprobación.

- ¿Llevas 2 días cuidandome...?-dijo mirandome serio. Yo solo asentí.- Vaya... gracias...- sonrió. Me acercó a él y me abrazó.