Capítulo 16
Después de la tormenta...
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Agoney necesitó más de un par de días para recuperar un poco la calma, la cordura y su frágil dignidad vilipendiada en las redes sociales. Algunos hasta le llamaban "Doña Bárbara", la devoradora de hombres, la protagonista de la obra de Rómulo Gallegos. Lo veían culpable de meterse en medio de un matrimonio y hasta se burlaban por creer que era imposible que no supiera cuál era el estado civil de su ex, el modelo tinerfeño. Muchos aseguraban que sí lo sabía y que no le importó destruir su matrimonio. Aunque la totalidad de sus seguidores lo apoyaban, lo defendían y mandaban mensajes de ánimo y consuelo.
La bomba sucia estalló cuando una foto del cantante y el modelo en una situación bastante elocuente y comprometedora que no dejaba dudas de su intimidad, había sido publicada en una plataforma digital amarillista y se habían hecho eco de eso cuántos youtubers, bloggers, tabloides y programas noticiosos y de chismes existían. Algunos lo acusaban de intruso o en el mejor de los casos de despistado y otros lo trataban como una víctima de las circunstancias.
Por suerte, Juan Carlos, no se había pronunciado al respecto a pesar del acoso de los paparazzi. Resulta que aquel supuesto amigo que prometió en aquel Spa, avisarle si alguien iba hacia la piscina, fue el mismo morboso que tomó la foto porque había reconocido a Agoney y muy rápido la vendió. Aunque por ello, perdió su trabajo, por divulgar información de los clientes de un sitio privado como ese.
Al destaparse el escándalo por la foto de los dos follando en una piscina y todo lo referente al matrimonio de casi una década de Juan Carlos y todo lo que trajo consigo en las redes sociales, Agoney, se había aislado en su piso de Madrid sin hablar con nadie. Mantenía su móvil apagado. De vez en cuando encargaba algo de comida que le traían y la pagaba sin decir ni una palabra. Sólo se escuchaba su voz dentro de su habitación de música cuando cantaba entre lágrimas las canciones más tristes o gritaba con otras, haciendo agudos imposibles, según su estado de ánimo. A veces se evadía tocando el piano y la trompeta indistintamente por horas.
Uno de esos días, sentado en su piano empezó a darle forma a una nueva canción donde pudo desahogarse de lo vivido en su corta pero intensa relación con Juan Carlos. El proceso de creación le resultó catártico y terapéutico. Y finalmente sintió que se liberaba de todo aquello. Concretó la música, la letra, las voces, los coros. Grabó y produjo él mismo la canción, quedándose muy a gusto con el resultado.
Esa tarde, se afeitó y acicaló la barba que tenía larguísima de varios días, se dió un largo baño de burbujas, se vistió con pantalón negro, camisa morada de mangas largas y mocasines negros de piel. Encendió su móvil y este parecía que iba a explotar de tantas notificaciones acumuladas y cientos de llamadas perdidas. Entre ellas varias de Raoul. Al ver su nombre su corazón dio un vuelco agitándose avergonzado, sin poder evitarlo.
"Raoul... ¿Qué pensarás de mí ahora, lobito? Yo, que nunca quise ser el otro..."
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16:00
Agoney: Avísale a Rafael y dile que reúna al equipo. Voy para allá ahora.
Maricruz: Ago, mi niño. ¿Estás bien?
Agoney: Mejor que nunca.
Maricruz: Te amo. Aquí te esperamos. Te mando un coche. Estará ahí en 20 minutos. Sal por detrás, que tu entrada está llena de buitres.
Agoney: 💜
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16:40
—Hola Cristina, ¿cómo estás?
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UN CIELO AZUL
FanficRaoul, ha terminado una relación de casi dos años con Bobby, su novio inglés, hijo de un prominente comerciante y que estaba muy metido en el armario. Ha regresado a España, a trabajar en la Compañía de sus padres tras varios años estudiando y traba...