•Malédiction• Seongjoong/Honghwa

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Si a Hongjoong le hubieran dicho tiempo atrás que un adulto enfermo podría tener la misma actitud que un niño pequeño jamás lo hubiese creído, pero ahora, que lo presenciaba con sus propios ojos le resultaba algo cómico.

Tras haber llegado de la empresa hacia el departamento de Park este de inmediato tomó el medicamento que había mencionado y fue a su habitación a ponerse una pijama ligera. Después de eso, Seonghwa comenzó a balbucear palabras inentendibles y reí a carcajadas por cualquier cosa ¿debería preocuparse más por aquella fiebre?

Tal vez su pregunta se respondía sola mientras evitaba que el menor se hiciera daño mientras caminaba lenta y torpemente de un lado para otro.

— Hwanie, tienes que descansar un poco — se lo dijo en el oído causandole un escalofrío, lo tomó por los hombros y de inmediato se encaminó hacia su cuarto.

— No quiero estar en cama... — susurró mientras se retorcía tratándose de zafar del agarre — ¡Ya se! Mejor veamos las estrellas. Anda, Jooongie~ No seas malo, vayamos a verlas en el balcón.

— Tengo entendido que fuiste tú quien puso la regla de jamás abrir el balcón. Además, tengo prohibido por Jongho que te acerques ahí, puede ser peligroso por tu maldición.

— Mi maldición... — al escuchar esas palabras por parte de Hongjoong un puchero involuntario se formó en su rostro — ¿Sabias que posiblemente por eso mi sistema inmunológico sea tan débil? Suelo enfermarme mucho; ya se me hacía raro que no me hubiera pasado antes — dio un ligero cambio a la conversación sentándose finalmente en su cama. Ahora, que Hongjoong lo veía con un poco más de detenimiento, podía observar su naricita y orejas un poco rojitas. Se acercó a él y le puso una cobija sobre sus hombros recibiendo un agradecimiento extremadamente tierno.

— Haré como que no escuche nada y fingiré que no estoy interesado en el tema — Yeosang entró a la habitación con un poco de sopa caliente y un té de manzanilla, los dejó sobre la mesa y se encaminó hacia Seonghwa para comprobar su temperatura.

— ¿No ha empeorado? — preguntó el mayor de los tres al ver la mueca de Kang.

— Sigue con la misma temperatura lo que significa que el medicamento no está haciendo ningún efecto.

El sonido de una cuchara cayendo los sacó de su conversación — Perdón~ — una dulce risa se hizo presente, recogió el cubierto y como si fuera algo de otro mundo se le quedó viendo.

— En la llamada que tuve con Jongho dijo que ya estaba en camino para acá así que no tardará mucho. También me dijo que te trae una sorpresa — dijo dirigiendo su atención al menor.

— ¡Hyung ya vendrá! — sonrió emocionado y trató de levantarse pero mareado por la acción repentina se volvió a sentar.

— Recuestaste, tal vez por andar de inquieto el medicamento todavía no hace su función — Hongjoong lo hizo levantarse para acomodar las cobijas.

Seonghwa ronroneo contento por la atención recibida y rodeo con sus brazos el cuerpo del mayor.

— Es como un gatito en busca de tu atención — Yeosang canturreo formando un corazón con sus manos para burlarse más de su amigo.

Hongjoong rodó los ojos ignorando a Kang y se concentró en el cuerpo cálido que se aferraba a él. Yeosang tapó sus ojos en broma y salió en silencio de la habitación para dejar a esos dos en su propia burbuja.

— Joongie, es aburrido el silencio.

— ¿Y qué quieres hacer? — sonrió.

— ¡Escuchemos música! Tengo un teléfono exclusivo para eso, está junto a mi certificado de graduación — señaló el librero y soltó a Hongjoong para sentarse en la cama.