•Malédiction• Seongjoong/Honghwa

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— ¡Seonghwa!

Una pequeña risa salió de sus pálidos labios cuando por la puerta de aquella blanca habitación sus dos hermanos mayores entraron con gran apuro hacia su dirección.

— Sannie hyung , Jongho hyung — abrió sus brazos cuando estos detuvieron su andar y solo lo observaron con finas lagrimas recorriendo sus rostros — Por favor, no lloren o me harán llorar a mi también.

— ¿Esto no es un sueño, verdad? — susurró el castaño tomando una de las frías manos del menor y sin poder evitarlo sollozó por aquel contacto.

San, por su parte, lo abrazó fuertemente y entre sollozos suplicó — No vuelvas a asustarnos de esa manera; ya no más... por favor.

— Les prometo que será la última vez — sonrío inconscientemente y dirigió su mirada a la puerta encontrándose con Hongjoong quien le sonreía de igual forma.

— Estas tan pálido y frío... — mencionó Jongho con dolor en su voz al ver a su menor de esa forma.

Seonghwa asintió tranquilamente — Ya pasará, solo tengo que seguir las recomendaciones que me dieron los doctores para que esté mejor.

— Ya sabes que para cualquier cosa San y yo estaremos para ti.

— Y ahora ya no seremos los únicos que lo cuidarán tan protectoramente — el peliazul murmuró mirando a sus espaldas encontrándose con la mirada de Kim.

Park río dándole la razón a su hermano mayor — Pero ustedes siempre serán los primeros a los que acudiré~

Los hermanos siguieron con su amena conversación por un largo rato y, sin que se dieran cuenta, Hongjoong había abandonado la habitación para darle paso a Wooyoung y Yeosang quienes entraron con una bandeja de comida y su ropa.

— ¡Hwa hyung! — Jung dejó las prendas en el sofa y se abalanzó hacia él pelidorado para abrazarlo fuertemente — Me alegra que estes bien, no tienes idea lo preocupados que estábamos en casa por ti — se separó del abrazo y le dio permiso a Yeosang de pasar.

— Para recuperarte prontamente tienes que comer bien ¿de acuerdo? — le dedicó una cálida sonrisa y continuó — Hongjoong es quien te envía esto, él está algo ocupado... pero no importa. Después lo entenderás.

Le agradeció por el gesto y llevó un trozo de comida a sus labios, lo masticó lentamente degustando el delicioso sabor — Si lo llegan a ver agradézcanle de mi parte, por favor.

— Por supuesto.

— Hwa hyung — el de cabello morado llamó su atención cuando le extendió el teléfono de San — Tus padres también estuvieron al tanto de lo que sucedió así que deberías llamarlos.

— Les marque hace unas horas para avisarles que estabas bien y en este momento están desocupados así que puedes tardarte el tiempo que necesites — le explicó San colocándose detrás de su prometido para abrazarlo.

— Y tenemos que retirarnos, no nos dieron mucho tiempo en quedarnos aquí. Jongho estará aquí en lo que regresa Kim por cualquier cosa — el Choi menor asintio ante las palabras de su pareja mirando a Seonghwa de manera atenta, de tan solo observar esa mirada sabia porque él se quedaría ahí.

— Está bien y muchas gracias, por todo.

— No hay de que, Hwa hyung~

Cuando la puerta fue cerrada suspiró y tomó el teléfono entre sus manos para buscar el contacto de sus padres pero antes de presionar el botón verde miró a Jongho con una pequeña sonrisa — ¿Qué quieres preguntarme? — soltó una risilla al ver la expresión sorprendida del contrario — Hyung, nos conocemos de toda la vida, eres muy obvio cuando quieres decirme algo.