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Hongjoong caminaba tranquilo por las frías y oscuras calles de la ciudad, apenas estaba saliendo de su empresa y había decidido llegar a su departamento a pie, dejando su auto en el estacionamiento.
De repente, le pareció escuchar ruidos en un callejón cerca de donde él se encontraba, se quitó los audífonos para comprobar que no fuera un producto de su imaginación, y no, aquello era real; así que, rápidamente se acercó hacia aquel callejón.
No entendió en ese momento el porqué de su acción ni porque no se detuvo a pensar en el peligro que encontraría, tal vez, el destino quiso que aquello sucediese. Sin embargo, lo que vio lo dejó sin aliento.
El enojo comenzó a crecer desde su interior, un chico lloraba y forcejeaba contra un hombre mayor el cual se notaban desde lejos sus intenciones.
Lo que hizo que saliera de su trance fue un golpe dirigido a la mejilla de aquel chico, se acercó sin dudarlo ni un segundo proporcinandole un gran y doloroso golpe al hombre en el area de su nuca haciendo que este perdiera la conciencia.
El chico se arrinconó en una esquina del callejón muy asustado cubriendo su mejilla por el dolor, cuando lo volteó a ver observó detenidamente sus ojitos llorosos.
Algo dentro de él se removió, no supo describir lo que sintió cuando vio esas dos estrellitas en medio de la gran oscuridad del callejón.
No tiene ni la menor idea de en qué momento llego al lado del chico pero ahí estaba tratando de tranquilizarlo.
— No te preocupes — le sonrió — No tengas miedo, ahora todo está bien.
El contrario lo miró atemorizado.
— Mi nombre es Hongjoong ¿y el tuyo?
Dudo un poco si responder o no — S-seonghwa, mi nombre es Park Seonghwa — soltó en un susurro.
— Bien, Seonghwa ¿me dejarías sacarte de aquí? — asintió con la cabeza dejándose levantar por Hongjoong.
Park sintió un extraño cosquilleo cuando tomó la mano de aquel desconocido, el miedo que tenia hace unos instantes fue sustituido lentamente por la seguridad que le era proporcionada, ante aquello su corazón empezó a latir desenfrenado.
Seonghwa se regañó mentalmente por sentirse así en un momento como ese. Miro fijamente a Hongjoong una vez que estaban alejados de aquel lugar, su mandíbula tensa - posiblemente por el enojo - y su ceño fruncido hicieron que notara lo hermoso que era aquel hombre.
Hongjoong suspiró estresado al terminar la llamada que tuvo con Mingi al quien le pidió que llamara a las autoridades para que se hicieran cargo de aquel sujeto y, aparte, fuera por ellos en donde se encontraban. Sintió una mirada sobre él, descendió su vista encontrándose a esas dos estrellitas viéndolo fijamente, relajó sus expresiones y sonrió — Pronto vendrán por ese hombre pero tendrás que ir también.
La mirada asustadiza del contrario lo hizo tartamudear — No estarás cerca de él, te lo prometo, solo tienes que decir todo lo que sucedió ¿está bien?
Seonghwa asintió calmándose, por una razón que Hongjoong no admitiría en alto quería escuchar más aquella voz que solo había dicho unas pocas palabras.
El ruido de las sirenas se hizo presente en aquel silencioso lugar, de igual forma un auto que venía a toda velocidad se detuvo frente a ellos.
— Gracias, Gi. — agradeció en voz baja a su amigo. — Ven, Seonghwa — tomo de la mano al menor para acto seguido abrirle la puerta del copiloto — Espérame aquí, volveré en un momento.
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•Malédiction• Seongjoong/Honghwa
Hayran KurguNadie sabe el por qué ni el cómo es que en la familia Park exista una maldición en cada uno de los miembros de la familia, la cual hará que el poseedor tenga una inimaginable mala suerte. Sin embargo, y por fortuna, está maldición tiene una cura, u...