•Malédiction• Seongjoong/Honghwa

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Seonghwa miró una vez más el reloj en la pared, la hora marcaba cerca de la medianoche y Kim Hongjoong todavía no aparecía por aquellas puertas. Se suponía que debió de haber llegado hace unas horas pero nada; ni una noticia de el.

Aquello lo único que causaba era temor en que le haya sucedido algo malo en el camino, tal vez un accidente o...

— No pienses eso, Park — se reprimió moviendo su cabeza de un lado a otro para despejar esas ideas.

El sonido de otro fuego artificial lo asustó causando que tirara su teléfono. Ya había perdido la cuenta de cuántos de esos se habían escuchado en la noche, tal parecía que era un día festivo pero en realidad a él no lo importaba demasiado ya que jamás había asistido a ninguno; más por precaución que por disgusto.

De repente, la pantalla de su teléfono tirado se encendió por una llamada entrante — ¿Es Mingi hyung? — tomó el aparato sin pensarlo dos veces y lo puso en altavoz una vez que contestó.

— Seonghwa... ¿Te encuentras en el departamento de Hongjoong? — preguntó en voz baja y sin duda su tono de voz era de preocupación.

— Si, estoy aquí, ¿por?

— ¿Nos podrías abrir la puerta? — dijo y de inmediato escuchó la música del elevador — Hong olvidó las llaves en su oficina y... — exhaló cansado — te lo contaré cuando lleguemos.

Seonghwa confundido le dió una afirmación para acto seguido encaminarse hacia la entrada y abrir con sumo cuidado la puerta. Solo unos cuantos segundos pasaron para que el elevador se abriera y diera paso a Mingi trayendo a un Hongjoong con el rostro empapado en lágrimas y trayendo puesto de ese tipo de audífonos que bloqueaban el ruido del exterior.

— Perdón por molestarte a esta hora — fue lo primero que dijo Mingi cuando sus miradas se conectaron.

Hongjoong levantó la cabeza viendo directamente a los ojos del pelidorado, se apartó un poco de Mingi para caminar pero sus piernas flanquearon cayendo al suelo. Park aún en estado de shock no dudó en ir hacia él y envolverlo entre sus brazos.

— ¿Qué sucedió, hyung? — preguntó desesperado hacia Song quien al igual que el se encontraban en el suelo junto a Hongjoong que no paraba de sollozar.

Mingi apretó sus labios y apartó la mirada tratando de que sus lágrimas no descendieran — Tiene miedo...

— ¿De qué, de quién? — cuestionó con más angustia. Era la primera vez que presenciaba al mayor en ese estado tan frágil que de tan solo verlo causó demasiado dolor en su corazón.

— Llevémoslo a su cuarto, por favor Seonghwa.

Sin obtener alguna respuesta solamente se limitó a asentir y obedecer a lo que Mingi le pedía. Cuando iban ingresando otro fuego artificial se escuchó a las afueras del edificio iluminando todo de luz. Hongjoong bruscamente tapó sus ojos causando que Seonghwa retrocediera y chocara con uno de las paredes. Fue en ese momento que se dió cuenta de lo que posiblemente estaba pasando.

Agitó su cabeza desconcertada y entró a la habitación en donde ahora se encontraban los dos mayores.

— Hong, por favor, tómalas — Mingi le extendía las pastillas y el vaso de agua a Hongjoong quien se rehusaba a quitar sus manos de sus rostro y a quitarse aquellos audífonos.

Seonghwa se acercó lentamente a Mingi quien empezaba a temblar — Déjamelo a mi, también deberías tranquilizarte tu — dijo transmitiéndole con su mirada seguridad y tranquilidad.