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"El plan ADL comenzaría definitivamente mañana".

-Si, yo...

Se detuvo, al ver que la pelinegra se acercaba más a él sensualmente, logró sentir el olor a alcohol.

-Si lo soy. -Soy Taylor.

Se rió y Bill lo confirmó.

¡Estaba borracha!.

-No sé como puede tener un novio tan guapo, siendo ella tan fea. -rió.

-Ella es...

Taylor lo interrumpió.

-Shhhh.

Taylor rápidamente llevó los brazos a su cuello, acercandose aún más.

-No hables de ella.

-Taylor, necesitas...

Bill trató de separarla, pero instintivamente sus manos, se posaron en su cintura, ¡En su diminuta cintura!.

-Sólo necesito, una cosa...

Ella rozó sus labios con los de él, y en ese entonces Bill, sólo miraba sus hermosos ojos, parecían que les lanzaba un hechizo, porqué a pesar de que estuviera mal, lo que estaba haciendo, ¡No detenía la situación!.

-Son tus labios, guapo.

Taylor rió se acercó los ultimos milimetros que los separaban, y lo besó.

La música, la gente, las luces, ni Leah importaba en ese momento porque Bill le siguió el beso.

Era un beso apasionado, un beso desesperado, entreabrió más la boca y sus lenguas se juntaron, creando la mayor explosión de placer, que podía haber sentido Bill en su vida.

El sabor de sus labios, en conjunto con el sabor del alcohol, lo hacían no querer separarse de la pelinegra.

Gimió al sentir como ella le mordía su labio inferior.

-No juegues...

Logró murmurar, y la besó nuevamente, cargandola sobre la pared.

Se apretó más contra su cuerpo, y se siguieron besando, besando y besando.

-¿Bill?.

Y oyó decir a alguien a sus espaldas.

Sobresaltado por la voz que lo llamaba, se separó de la chica.

Vió que tenía sus labios rojos y una mirada provocativa.

¿Qué había hecho?.

Se dió vuelta asustadisimo, y se sorprendió de ver a Tom ahí.

-¡Tom!. -exclamó. -Me has dado el susto de mi vida.

Bill se llevó una mano al pecho en señal de agitación.

-Si así podría llamarse.

-¿Si?. -sonrió mirando a Taylor. -Tú me has dado la sorpresa de mi vida. -rió esta vez.

-Yo...

Se detuvo al sentir que unas suaves manos se metían bajo su camisa, subían y bajaban con lentitud.

-¿Qué haces aquí?.

Dijo nervioso, trató de disimuladamente sacar las manos de la pelinegra de su espalda, pero ella se resistía, llevó sus manos a su cabeza, despeinandose.

𝗽𝗮𝗶𝗻 𝗼𝗳 𝗹𝗼𝘃𝗲 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora