𝗽𝗮𝗶𝗻 𝗼𝗳 𝗹𝗼𝘃𝗲 ©

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"¿Ir o no ir?".

Mientras conducía su moto, la pelinegra trató de no pensar en lo que se venía ahora.

Ya estaba todo para que ella se fuera junto a sus padres, la casa estaba casi vacía, sus maletas estaban todas hechas, sólo tenía un poco de ropa afuera para salir.

Habían sucedido dos semanas desde que se había graduado y estaba relativamente normal.

Había disfrutado de una semana vacacionando como ella le había llamado guardando sus cosas.

Le costaba dejar la ciudad, le costaba muchísimo y más cuando había experimentado tanto ahí, más cuando ahí se había divertido, había llorado, había reído y se había enamorado.

Pero debía ser fuerte y dejarlo todo.

Giró hacia su derecha con la moto en dirección a la casa de Bill, se supone que Tom y Jade estarían ahí, por lo que sería mas fácil decirles a los tres que ella se iría en una semana.

Había tardado bastante en decirles y no era porque no quisiese, había tenido la oportunidad antes pero simplemente quería disfrutar de sus amigos sin que ellos pensaran que era la ultima vez que irían a la playa, o jugarían video juegos, o irían al cine.

Pero ya ahora era de hora de que lo supiesen.

Recordó a Mike, una de las pocas personas que lo sabían además de Georg y Gustav.

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-Tengo algo que decirte.

Le había dicho ella frente a el en una heladería.

-Quizás no te guste.

-Me gusta todo lo que provenga de tí.

Mike sonrió coqueto.

-Te aseguro que esto no... -suspiró. -Mike me voy a ir.

Taylor dijo directamente y lo lamentó segundos después, ya que Mike se había quedado mirando la nada muy serio.

-¿Mike?.

-¿No es broma?. -sacudió su cabeza. -Estaba esperando que dijeras que era una broma.

-No es una broma... -volvió a suspirar. -Vuelvo a Wisconsin, y lamento dejarte, has sido un gran amigo.

-Amigo...

Y susurró él como si la palabra le pareciese desconocida.

-Yo lo lamento más, créeme.

Mike carcajeó irónico.

Aquella última frase no la había entendido claramente, pero decidió no preguntar más, Mike se había comportado muy afectado por la noticia, y sólo tuvo que resignarse e irse.

Estacionó la moto en el garaje de Bill y la resguardó.

Tocó la puerta y le abrió su queridismo amigo Tom.

-Muy tarde señorita. -bromeó Tom. -Adelante.

Hizo un gesto con su brazo invitándola a pasar y ella rió.

¡Como extrañaría a sus amigos!.

Vió a Jade entretenida en una laptop en la sala y a Bill pensativo mirando la nada.