𝗽𝗮𝗶𝗻 𝗼𝗳 𝗹𝗼𝘃𝗲 ©

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"Porqué eres preciosa, maravillosa linda, pesada, mandona y tienes un buen trasero".

-¿Quieres irte?.

Bill le preguntó una vez que caminaban lento sobre la arena.

-No. -respondió ella. -Quiero quedarme, aquí contigo...

Taylor susurró, y Bill sonrió al oír tales palabras.

-¿A donde haz ido, y con quién?.

Eso había sonado, algo controlador y celoso, pero ninguno lo notó, por lo que no hubo problemas.

-A la fiesta. -apuntó las luces y la música. -Con Georg mi amigo, y ¡Diablos!, debe estar preocupado.

Ella exclamó.

-Mandale un mensaje, toma.

Bill le pasó su celular y ella sonrió recibiéndolo.

Le mandó un mensaje a Georg, diciéndole que estaba bien, que lo veía al siguiente día y que no se preocupara estaba con un amigo.

Con tales palabras ella sabría que su amigo le creería y no se preocuparía.

-¿Donde nos quedamos?.

Le pregunto Bill, caminando en dirección contraria a la fiesta.

-Durmamos en la playa. -contestó ella. -No es la primera vez que lo hacemos, ¿O no?.

-Exacto.

Él rió, y cuidadosamente, entrelazó sus dedos con los de ella, Taylor lo miró y Bill se avergonzó levemente.

¿Por qué sólo le sucedía aquello con ella?.

A pesar de haber caminado bastante, el cansancio ya no se había presente en el cuerpo de Bill, y ella tampoco estaba cansada, y eso era porque lo estaban disfrutando.

El tiempo avanzaba, y ellos encontraron un lugar secreto como habían decidido apodarle, ya que no había nadie por la carretera, ni por las calles aledañas.

Encontraron unas rocas y decidieron colocarse a un lado, a conversar sobre temas triviales.

-¿Entonces tu padre quiere que seas un empresario, o abogado o todo eso?.

Y preguntó ella, mientras estaba en su pecho.

-Si, ya sabes, sueño de todo padre. -revoleó los ojos. -Pero no me gusta nada de eso. -gruñó.

-¿Que quieres estudiar?. -preguntó.

-Yo... -hizo una pausa. -Actuación, quiero ser actor.

Ella sonrió.

-Serías muy bueno. -lo alentó. -Iría a ver tus películas.

-Gracias. -la acomodó mejor en sus brazos. -¿Te he dicho que eres preciosa?. -preguntó.

-¡Bill!. -rió. -Lo haz dicho mucho, voy a creérmelo eh.