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"Más rápido, vamos".

Bill pensó un momentó más, era un peligro tener a su rubia prima frente a él, pero también debía pensar en James, él quería estar con su chica y además le debía todos los favores que pudiese hacerle.

Bien se la llevaría, y en caso de algo extraño le diría a uno de sus amigos que le coqueteara a Kay o la entretuviera mientras él se divertía.

-Está bien... -suspiró. -La llevamos.

-¡Gracias!. -exclamó su primo. -Le diré que se arregle.

-Si dile... -hizo una pausa. -La paso recogiendo como en una hora.

Se despidió de su primo y colgó suspirando.

Kaley, Kaley, Kaley.

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Terminó su ducha y tuvo que apurarse bastante, ya que debía recoger a sus amigos y ahora a su prima.

Arregló su cabello con estilo, se vistió, tomó las llaves de su casa, del auto y se aseguró que todo estuviera resguardado.

Salió de casa con rumbo hacia la casa de Liam.

-Oye, esta no es la dirección a la fiesta...

Y murmuró su copiloto Luke viendo como Bill tomaba otra dirección.

-Lo sé... -murmuró. -Voy a buscar a mi prima y a James.

-¿Tu prima?. -preguntó Luke desde atrás. -No sabía que venía.

-Ha sido de último momento.

Y se encogió de hombros.

Luego de unos cuantos minutos, estacionó el auto frente a la casa de James.

-Luke correte hacia atrás, para que se siente ahí

-Ya voy, capitán. -murmuró sonriendo. -Espero sea guapa.

Bill sonrió negando con la cabeza.

Tocó la claxón de su auto y un minuto después salía de la casa, una Kaley... preciosa.

Llevaba un vestido negro ceñido a su hermoso cuerpo, se había hecho un cambio de look al parecer, ya que llevaba su pelo corto por los hombros y en las puntas llevaba unas mechas azules que combinaban a la perfección con sus tacones también azules.

James por su tanto no subió al auto ya que se quedaría un rato con su chica en casa, avisó a Bill que los alcanzaría después, o quizas siempre no iría.

Tiempo atrás lo salpicabas todo con tu encanto, te he visto reducir hombres al llanto y a la fortuna despreciar.

Caminó con sensualidad hasta el auto, y lo saludó con la mano, antes de entrar al asiento del copiloto.

-Hola Bill.

Y dijo al cerrar la puerta e inundar con su olor a vainilla el auto.

-Hola Kay.

Y besó su mejilla y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, pero lo ignoró.

Kaley miró hacia atrás y vió que había compañía.

-Hola. -los saludó con una sonrisa. -Soy Kaley Kaulitz.

-Woow. -rió Luke. -Hola preciosa, "Luke Higgins" a tus servicios.

𝗽𝗮𝗶𝗻 𝗼𝗳 𝗹𝗼𝘃𝗲 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora