𝗽𝗮𝗶𝗻 𝗼𝗳 𝗹𝗼𝘃𝗲 ©

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"Me infiltré aqui, si así podría llamarsele, para vigilar a mi novia".

Esos ojos, esas manos y esos labios, se le hicieron conocidos, como si los hubiera visto antes, o como si los hubiera mirado tocado y besado antes.

La conexión de sus ojos detuvo el tiempo por un instante, observó su rostro detenidamente, había algo extraño en ella, algo que no podía descifrarlo a simple vista.

Sin tomar en cuenta, el dolor que le ocasionaba el gel sobre su mejilla, se fijó en sus labios, se quedó estática mirandólos.

Tuvo un impulso de besarla.

Comenzó a acercarse lentamente, pero se detuvo a medio camino.

¿Qué mierda iba a hacer?.

Se paró de la cama, manteniendo una distancia prudente.

-Gracias...

Taylor murmuró nerviosa y por primera vez, se escapó de la situación y se escondió en el baño.

Bill miró extrañado hacia la puerta del baño.

¿Qué se suponía que iba hacer?, ¿Besarlo?.

Si claro que sí.

Ella había notado como ella se quedaba mirandole los labios fijamente y había comenzado a acercarse lentamente, hasta que en un momento paró y salió corriendo.

Llevaba varios minutos en el baño encerrada, ni Tom ni Jade se encontraban, por lo que decidió mandarle el mensaje a su novia.

"¿Te paso a buscar mañana?".

Recordó lo que había visto hace un rato en el campus y apretó los dientes de rabia, ojalá Leah le contestara luego.

Dile a Bill que irás a Fresno a ver a tus abuelos...

Recordó aquella conversación de Leah y Camille.

El celular sonó anunciando que un mensaje nuevo había llegado.

"Lo siento Bill, mis padres me recogeran temprano iremos a Fresno a visitar a mis abuelos."

¡Maldición!.

Quiso tirar todo, quizo desquitarse con todos, pero se calmó como pudo y se acostó a domir pensando en que Leah le había mentido a sus padres y a él.

Unos murmullos se escuchaba de lejos, pero eran bastantes cerca.

Supo que ya era sábado y no tenía ganas de ninguna mierda.

-¿No saldrás?. -escuchó decir.

-Si pero más tarde... -murmuró la otra voz.

-Bien, te dejó, saldré con Marie.

Bill tomó más atención al oir el nombre del alter ego de su hermano.

-¿No te caía mal la chica?.

-Si antes, pero ahora es más...

Este se detuvo un poco amigable.

Y escuchó la puerta cerrarse.