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"Y la otra Taylor había vuelto".

-Te ves fea llorando. -mintió.

-¡Hey!.

Taylor le pegó en su abdomen y Bill abrió los ojos.

-No te pases.

-Ya ya sin golpes. -rió. -No te ves fea, estoy mintiendo.

La tomó por las manos, para impedirle que volviera a pegarle.

-Porque en realidad te ves horrible.

Bill rió nuevamente y se abalanzó sobre él, pegadole levemente.

Jugaron unos momentos, haciendose cosquillas, pegandose, divirtiendose, Bill quería hacerla reír, quería todo menos verla llorar nuevamente.

Mantenerla a su lado, le hacía sentir una gran felicidad, tenerla ahí, junto a él, aliento con aliento, cuerpo a cuerpo le provocaban sensaciones desconocidas, sensaciones que tenía miedo de sentirlas, sensaciones que Leah no le provocaba.

Despertó desorientado.

¿En qué momento se había quedado dormido?.

Se fijó en Taylor, también estaba dormida, sobre su pecho y ambos estaban tapados con una manta.

Algo asustado miró alrededor de la habitación, Tom dormía en su cama, al igual que Jade, y se preguntó si aquella pelinegra lo habría visto sin peluca.

Rogó porque la respuesta fuera negativa, por el bien de Taylor.

Eran más de las tres de la madrugada, el tiempo había pasado tan rápido que ni si quiera se dió cuenta.

Se separó de ella, lentamente la acomodó mejor en su cama, y besó su frente, en un gesto tierno.

Se colocó su peluca y se acostó en su cama totalmente confundido.

Le había gustado conocer, y compartir con esa Taylor.

Una amable, agradecida, tierna y risueña, no la pelinegra rebelde, grosera, salvaje y mala.

Era como si fueran dos personas totalmente distintas, dos mujeres en un cuerpo, era como si tuviera doble personalidad.

Pero nada de aquello podía suceder, porque ante la bipolaridad de la pelinegra, había un secreto.

El secreto de su pasado, pasado el cual quería conocer pero respetaba las respuestas y la discresión de ella.

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Mañana de Sábado y la mayorías de las chicas, se iban a sus hogares a pasar tiempo con su familia.

El hubiera hecho lo mismo, pero suponía que debía hacer de niñero de Taylor, por lo que visitaría a su madre, el domingo o quizás la llamaría.

Despertó y se fijó en que su hermano Tom estaba despierto, y Jade también, ambos conversaban animadamente.

-Buenos Días. -los saludó desde su cama. -¿Cómo amanecieron?.

Bill miró a Tom y lo molestó haciendo una mueca graciosa.

-Bien. -habló ella. -Y, ¿Tú?.

-Bien, gracias. -se paró de la cama, y se dirigó a Tom.

¿Vas a salir hoy?. -preguntó.

-Tengo cosas que hacer... -murmuró. -Pero cualquier cosa me llamas, tú sabes si las cosas salen mal.

𝗽𝗮𝗶𝗻 𝗼𝗳 𝗹𝗼𝘃𝗲 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora