capítulo 31

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Atenea




Esto estaba siendo demasiado raro, a ver era un chico agradable y tal pero literalmente nos conocemos de un día y ya me invita a su casa, estamos locos o que.

A ver a lo mejor solo intenta ser más amigo mío, conocerme mejor y esas cosas, tampoco tenía que pensar mal.

Me levanté del sofá con demasiada pereza y me dirigí hacia mi dormitorio a ver si encuentro algo de ropa que me apañe.

A ver algo cómodo total estaremos en su casa, optaré por un pantalón negro de chándal, una camiseta blanca de manga larga y encima de esta una camiseta ancha color azul cielo.

Era algo básico, pero cómodo al menos, no tenía ganas de nada más.

Me volví a tumbar en el sofá hasta que se hiciera la hora.

No sé en qué momento me dormí, pero eran ya la una y cuarto, di un brinco y salí corriendo de casa, bajé por las escaleras para llegar antes, cuando llegué abajo me encontré con Marc esperándome.


-perdón, perdón, es que he tenido algunos asuntos que resolver- intenté decir lo más convincente que pude. Esperé su respuesta, pero nunca llegó.


¿no vas a decirme nada? - me posicioné en frente de el a tan solo unos centímetros de distancia.

Él se acercó lentamente a mi rostro, nuestras respiraciones calientes se mezclaban y un nudo nuevo se formó en mi estomago- yo no respondo preguntas a mentirosas como tú.

Se alejó de mí y empezó la ruta hacia su casa.


Algo abrumada , salí corriendo para ponerme a su lado - ¿porqué me llamas mentirosa?- me miró de reojo , pude ver como una sutil sonrisa se formó en el.

- Porque has bajado con la marca de las líneas del sofá en la cara Atenea- dijo con obviedad.

Siempre igual



-emm... bueno ¿entonces queda mucho para llegar?- cambié de una forma descarada el tema de conversación , obviamente no me convenía.



El ignoró lo que hice por completo, llega a ser Luca y me diría cualquier cosa al respecto.


-No , no queda mucho para llegar solo un par de calles.



Al llegar a su casa me quedé bastante sorprendida era un apartamento amplio, y muy luminoso .



Me guió hasta el salón donde me recomendó que me pusiera cómoda , yo hice caso omiso , aunque con un poco de vergüenza en cierta manera .


Me quedé sentada en el sofá sola , ya que me dijo que volvería en un momento.



Cuando volvió trajo con el dos vasos de zumo por el color supuse que era de manzana , supongo que fue coincidencia que justamente fuese ese mi favorito.



-gracias- espeté tomando el vaso que me brindó .



Se acomodó en el sofá , se quitó las zapatillas para así estirarse cómodamente en el sillón.

- ¿Que película vamos a ver? - me miró durante unos segundos en busca de una respuesta.


Pensé un momento y ya lo tenía claro - Los cazafantasmas , pero la original , las demás no me gustan mucho. - puso una cara que no entendí muy bien.

-¿Porqué pones esa cara?

- nunca he visto esa película, pero parece un asco.- realmente eso me ofendía , era una de mis películas favoritas y estaba diciendo que parecía mala no pude contenerme y le lancé un cojín lo más fuerte que puede.



- ¡NO TE ATREVAS A DECIR ESO!- no se lo esperó y le dio de pleno - tu estás fatal de la cabeza tía-


-que si , pero pon la película ya- mientras el buscaba la película para ponerla , decidí hacerle caso y me quité las zapatillas .

No me tomó mucho en cuenta hasta que subí los pies y pudo observar mis calcetines.

Empezó a reírse a carcajada limpia-¿Porqué te ríes?- inquirí algo avergonzada.

¿Winnie the pooh enserio? - dijo observando mis calcetines de color verde pastel , con ese dibujo en grande .

- No tiene nada de malo, lo tuyo es encajar en la sociedad y lo mío es ser feliz.



-Touché -



- En el fondo se que te encantan .



-Bueno , ¿que te ha parecido?- le pregunté nomás acabar de ver la película.

-me la esperaba peor no te voy a mentir- no es lo que me esperaba pero bueno.


Suspiré pesadamente- algo es algo.

-Algo es algo- repitió - ¿Atenea te molesta si fumo aquí?

- Que va , además es tu casa - me sorprendió que me pidió permiso para fumar cuando estaba en su casa , entiendo que a algunas personas le molesten el olor del tabaco.


Me acomodé , pegué las rodillas a mi abdomen y apoyé mi cara sobre estas.


-Marcos ¿ porqué me invitaste a tu casa?- llevaba pensando esto desde esta mañana y no le encontraba ninguna razón buena.

En primer lugar llámame Marc y por otro lado , pues no sé la verdad fue la primera cosa que se me vino a la cabeza , creí que no aceptarías- hizo una pausa para darle una larga calada al cigarillo- se que es bastante raro.

Le regalé una pequeña sonrisa mientras asentí .

Nos quedamos un par de horas hablando sobre muchos temas y conociéndonos cada vez más.


Cuando ya le comenté que me tenía que ir a casa insistió mucho en acompañarme , yo me intenté negar pero no me hizo ni puñetero caso , vaya.



Hola amores , espero que estéis igual de emocionada que yo al leer este capítulo , si os ha gustado no olvidéis seguirme y votar . Nos vemos próximamente ❤️❤️❤️

Mil y una heridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora