Mil y una heridas

capítulo 41

Hacía un día que no hablaba con Luca, desde la discusión que tuvimos, en estos meses jamás habíamos discutido de esa manera, tan fuerte, el jamás me había hablado de aquella manera, me había insinuado que yo era una cualquiera, ¿está mal querer pasárselo bien con mis amigos?, ¿está  centrarse en algo más que no sea solo nuestra relación?

¿Es que el no ve que le quiero?, ¿Qué solo tengo ojos para él?, ¿por qué no parece suficiente?

¿será que es el, el que me ha dejado de querer?

Le había escrito para hablar las cosas, pero ni siquiera se había dignado a leerlo.

luca ll

-¿Amor, podemos hablar por favor?

-no quiero que estemos así, tenemos que hablarlo

-amor estás ahí??

-lo siento, no quería hacerte sentir mal, sabes que te quiero, que jamás haría nada con nadie.

-Luca, por favor dime algo.

Pasaban las horas y el chat seguía desierto, solo estaba el fantasma de la preocupación, del miedo, no quería perderle, no quiero dejarle ir por una tontería así, si tengo que dejar de hacer algo por él , lo haré, si tengo que escoger , le escogería a el siempre.

A las largas horas recibí la contestación de Luca, se disculpó conmigo, me dijo que me quería, y que no podría aguantar que estuviera con otra persona, que me amaba demasiado como para dejarme en brazos de otro chico. Yo sé que no estuvo bien lo que hizo, pero todos cometemos errores y yo la primera.

Estaba contenta con el cambio de vida tan radical que había tenido, tengo amigos, un novio, todo va genial, y es algo del cual siempre soñé. ¿pero por qué no me siento bien?, no lo entiendo, ¿Por qué me sigo sintiendo así?

Siento que no es suficiente, que nada lo es, que sigo siendo la misma porquería que antes, el mismo espejo agrietado, que hace daño a la gente, esa enorme nube negra que opaca el precioso cielo cristalino.

Seguramente yo era demasiado poco para Luca, seguramente el merece alguien mejor que yo.

Salgo de mi habitación y me dirijo hacia el salón, veo a mamá sentada en el sofá, me acerco a ella para simplemente hablar, pero al posicionarme enfrente de ella, contemplo sus ojos hinchados, sus espesas pestañas empapadas de lágrimas.

-mamá, ¿mamá que pasa?- me agaché delante suya apoyando mis manos en sus rodillas.

Ella me sostuvo las manos dulcemente- siéntate a mi lado cariño tenemos que hablar- no me gustaba nada como sonaba eso, jamás la había visto de esta manera.

Llevo unas semanas encontrándome mal, ya lo sabes, con mucho cansancio, he perdido bastante peso, creía que era por el trabajo, pero por si acaso fui al hospital y me hicieron unos análisis- tomó aire, la voz le temblaba – cariño, tengo cáncer.

De repente el mundo se paró.

No, no es verdad, no puede ser-mi vista se nubló solo podía ver borroso a causa de las lágrimas, mamá me abrazó con fuerza

-es broma, ¿verdad?, no puede ser, es mentira- no podía ser real, mi madre, mi mami se estaba yendo...

Mamá al ver que no me lo creía sacó unos documentos, donde explicaba de una forma compleja los resultados de las pruebas.

Cáncer de pulmón...

Intenté recomponerme y por darle esperanza a mi madre, ella también lo estaba pasando mal, peor que yo, no podía verme así. – a ver, es una noticia dura , pero no está todo perdido, aún tenemos posibilidades de que todo vaya bien, vamos a estar juntas y todo saldrá bien. ¿papá lo sabe?

Ella afirmó sutilmente, con un enorme nudo en la garganta que le desgarraba, que le apretaba con tanta fuerza que parecía que incluso le impidiese respirar con normalidad.

Papá, nunca he hablado sobre el , no es un mal hombre , desde que mamá y el se divorciaron las cosas no iban muy bien en casa, yo me quedé con mamá y el decidió irse de la ciudad , donde años mas delante conoció a su actual esposa , el no sabe por todo lo que he pasado , nunca he querido molestarle con mis cosas y mucho menos preocuparle, ya que nos veíamos muy muy de vez en cuando trataba de parecer lo más feliz posible y así dejarle tranquilo, se que parece egoísta y que el tiene derecho a saber todo lo que a estado sucediendo en mi vida, pero también tengo derecho yo a decir cuando es el momento o no de contar cosas tan atroces las cuales han estado atormentando mi vida.

El era como el número cero, un número que a simple vista no aporta nada, pero realmente es el que significa el tenerlo todo, con la nada.

Al contarme mamá lo que estaba pasando me quedé un rato con ella, no llegamos a seguir hablando sobre el tema, todo en la situación era tenso , todo parecía a verse inundado de tristeza , oscuridad, esa niebla blanquecina que no te deja observar más allá de ella.

Mamá se quedó dormida y yo aproveché para escribir a Luca.

-amor tienes tiempo para que quedemos ahora?

-necesito verte por favor, es importante

-es sobre mi madre

- En nada estoy allí, tranquila.

Efectivamente en cinco minutos estuvo allí, no mas salir de casa le abracé, necesitaba que sus brazos me sujetasen para poder caerme sin miedo, sentir su aroma me tranquilizaba, pero la herida se abrió y esta vez no me hice fuerte no ignoré el dolor, me eché a llorar, sin consuelo, sin decir palabra.

-Atenea por favor dime que ha pasado- luca me separa ligeramente de cuerpo, sostiene mi cabeza, las palabras no salían de mí.

- es.... Es mamá, tiene cáncer- un sonoro quejido de dolor se pronunció en mi garganta, mi vista era borrosa, Luca se mantenía estático.

-joder- volvió a abrazarme con fuerza – eso no quiere decir que vaya a pasar algo malo, seguro que se cura, tu madre es fuerte.

Se suponía que sus palabras de consolación me tendrían que hacer sentir bien, pero en realidad sentía todo lo contrario, notaba como un tsunami de odio, rabia y frustración, iba creciendo dentro de mí, con ganas de arrollarlo todo.

-No es tan fácil Luca, no es tan fácil, ¿sabes cuánta gente a muerto por eso?, ni siquiera se sabe si tiene metástasis, no me digas que no es nada, que podrá con ello, porque no lo sabes, ni tu. ni yo ni los médicos, no quiero hacerme ilusiones mantener la esperanza cuando realmente mi madre se está muriendo, que  quizás algún día vuelva a casa y ya no esté respirando, que la veré perder la luz de su mirada, saber que renunciará a su vida para estar postrada en una cama a saber cuanto tiempo.- le miré fijamente a los ojos, manteniendo la distancia entre nosotros- no me prometas cosas que sabes que no se van a poder cumplir