capítulo 36

4 0 0
                                    

Luca

Durante el día estuve con Atenea en su casa, y la echaba tanto de menos, reírnos juntos nuestras manos buscándose, las caricias, todo.

Si me preguntasen si me gusta Atenea no podría negarlo, me gusta y mucho desde nuestra cita en el museo, desde que ella estuvo para mí y yo para ella. Pero tengo miedo, no lo voy a negar estoy muerto de miedo por lo que se pueda avecinar, como reaccionará ella si me lanzo y de una vez la beso.

Anoche cuando que le cogió la mano a Marcos para llevárselo a la pista de baile, me dolió ,fui yo quien la invitó, fui yo quien la ayudó. ¿Por qué nunca me pueden escoger a mí?

Me encontraba tumbado en el sofá con Atenea a mi lado, y no puedo aguantar más y dije lo primero que se me vino a la mente- oye Ate- ella giró la cabeza hacia mi dirección y se pegó más a mi cuerpo- dime payaso .

Me aproxime a ella - ¿ a que huele tu nariz?

Pues no lo sé , lo quieres comprobar tu jajajaja – y no lo pensé dos veces.

Le agarré la cara con mis manos y le deposité un dulce beso en sus labios, ella se quedó perpleja y cuando procedí a echarme hacía atrás ella repite mis anteriores movimientos, pero ahora ella con rapidez me agarra con sus manos y me acerca hasta estampar sus labios con los míos , ya no era un pequeño pico , era un beso .

Y vaya beso.

Le tomé por la nuca para acercarla más a mí, cada vez el beso era más profundo, más intenso como si los dos llevásemos años luz deseándolo, cada vez nuestros cuerpos se juntaban más hasta que acabamos tumbados yo encima de ella mientras seguíamos besándonos hasta que separa nuestros labios.

Nos quedamos unos segundos mirándonos a los ojos en silencio hasta que decido romperlo- pues tu nariz olía muy bien.

A lo que los dos se nos escapó la risa ante mi ocurrencia.

No planeé que esto pasara, simplemente fluyó y me sentí genial, deslizo mi mano hacía delante haciendo que entre en contacto con su suave abdomen pequeñas caricias llenas de amor y de lujuria. A lo que ella se estremecía cada vez que aumentaban las caricias, tras esos instantes mirándonos a los ojos, Atenea se endereza un poco para así poder alcanzar mis labios y devorarlos, a lo que yo le respondí de la misma manera, de una manera feroz, arrolladora.  

La vida se trata de pequeños momentos donde  tienes dos opciones , lanzarte y que ocurra lo que te tenga que ocurrir , o simplemente dejar escapar la que podría ser la mejor oportunidad de tu vida, yo siempre fui de ese tipo de personas que esconden la cabeza ante los problemas , la situaciones complicadas , pero, y si tal vez y solo tal vez todo estuviera cambiando , y si esta es la oportunidad que no puedo dejar  escapar, esta es la que que tengo que aprovechar hasta el final . 

Me encontraba ya en casa , recordando con una sonrisa de tonto , todo lo que había sucedido hoy, las ganas que tenía de sentirla tan cerca de mi.





Atenea

Esto era tan sumamente extraño que no sabia ni como había comenzado todo, bueno si que lo sabía. La relación entre Luca y yo siempre había sido entre amor y odio, el era una persona bastante autoritaria y yo soy alguien que odia que le manden.

Pero el , más allá , de todas las veces que me mandaba hacer cosas , o me ayudaba , cada vez se ganaba un hueco más Grande en mi corazón y jamás creí que alguien podría hacerlo de esta manera.

Dentro de nada era nochevieja y realmente estaba nerviosa, imaginando todo los posibles escenarios que podrían pasar , en peleas, besos...

Pero realmente estaba atemorizada ya que no sabia que podría ocurrir , de hecho lo que ha ocurrido esta tarde , solo me mete más presión.

Solo quiero verme bien.

¿Y si no le gustos?
¿Y si no le atraigo?
¿ y si se da Cuenta que hay chicas mejores que yo?


Tantísimas , posibilidades, me aterra todo, me aterra enamorarme aunque creo que ya he caído en esas red,  esa red que tiene los hilos tan sumamente finos que en cualquier momento  cada uno de ellos se desgarrará y nos hará caer hacia el vacío, quizás caemos los dos , quizás uno se salva  pero a que costo?, sabiendo que la otra a persona a caído por su culpa , que quizás y solo quizás su corazón se ha ido junto a el , y solo le queda el hueco de la añorancia.

 El amor , enamorarse , arriesgarse , sentirse vivo , nuevas experiencias , dejar caerte por el otro , entregarte en cuerpo y alma , son cosas por las cuales no se si estoy preparada para amar a alguien , hay un hilo tan fino entre el amor y el odio, el odio y el amor , que es aterrador y no si estoy dispuesta  a arriesgarlo todo.

Mil y una heridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora