capítulo 15

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No me podía creer que mi padre hubiera vuelto, después de todo…

Me siento como si estuviera apático, como si sintiera una morfina por todo mi sistema, evitando así todo el dolor, pero sabía que de alguna manera u otra se acabaría, y que haría más profunda mi herida. Esa herida que todos tenemos oculta y nadie puede ver, esas que no se pueden curar con una tirita o una gasa.

Era de madrugada, seguía sin dormir, estaba cansado, pero mi cabeza dolía demasiado, perturbando así mi calma.

Hacía un tiempo que no sabía nada de Atenea, tampoco había puesto mucho interés para comunicarme con ella, todo era extraño con Atenea, a veces estaba bien, otras era como si no estuviese.

Mañana és  la noche de Halloween y no puedo evitar tener curiosidad de por qué no va a salir de casa, pero sé que si pregunto no me va a responder, así que le dejaré un tiempo, para no agobiarla.

Siento que estoy perdido en el mundo, como si no fuese yo mismo o que simplemente me perdí, hace tanto que ni siquiera sé quien soy o simplemente quien quiero ser.

Mi alarma sonó, pero yo ya estaba despierto, me puse un pantalón negro y una camisa cualquiera, agarré mi mochila y salí de casa.

Era pronto, pero así podía, sentía un poco de calma con la brisa fría de la mañana y el ruido de los coches pasar.

Estás solo

Me repetía mi conciencia una y otra vez, una y otra vez.
En realidad era verdad, tenía un padre ausente que ahora quería volver, una madre con depresión, amigos los cuales me llevó bien con ellos pero no siento que tenga la suficiente confianza  como paracontarles como me siento y una chica de lo que no sé nada, en cierta manera me dolía que no me hubiera escrito ni nada, supongo que no quería hablar conmigo.

Al llegar a clase me adentré en ella  con gente desconocida que ni ellos se tomaban el tiempo de hablarme ni yo tampoco.

En lo que restaba de día no vi a Atenea por ninguna parte de la escuela, ni en los pasillos, ni en los cambios de clase, nada.

Al tocar la campana que daba por terminada la última clase del día, salí casi corriendo y con unas gana enormes de que fuese mañana  emborracharme y lo que surja para que negarlo, hacía mucho tiempo que no estaba con ninguna chica, nunca tuve algo que durase mucho con ningúna porque todas me dejaban o me ponían los cuernos o cosas así, decidí no intentar nada con nadie por un tiempo y hasta ahora me ha ido bien, algún beso que otro pero ya está.

Era por la tarde, y estaba tirado en la cama, dibujando un intento de bosque, pero no me salía, hacía, deshacia, hacía y deshacia. Hasta tal punto que toda mi cama estaba llena de papeles arrugados, de todas las veces que hice mal el boceto.

La frustración y el cansancio me ganaron, Cerré el cuaderno e intenté dormir , pero cada vez que cerraba los ojos me venían a la mente millones de pequeños fragmentos de aquel día, el coche dando vueltas, los gritos de mi madre, la intimidante oscuridad.

Abrí los ojos como si fuese lo último que iba a hacer, sentía unas inmensas ganas de llorar, pero no podía, era como si sintiera tanto dolor que me creé una armadura inquebrantable, pero había una diferencia de antes ahora y es que se había debilitado, por culpa de ella, le conté lo que pasó, solo lo sabíamos gente muy cercana a mi familia. Pero con ella era todo diferente, era como esa brisa fría de la playa que te hace cerrar los ojos y respirar, esa calma que te trasmite al momento.

❤️❤️❤️hola amoress ,cuanto tiempo , espero que estéis bien, siempre dicen de que después de la tormenta llega la calma,¿ y si fuese al revés?, después de la calma llega tormenta ...

Mil y una heridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora