Capítulo 3

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Una semana después...

Muy nerviosa, había llegado el día de la audiencia, y todos expectantes, mis padres me acompañaron.

Creí que él por ser una persona pública no querría presentarse en la audiencia...

Su abogado llegó y yo más nerviosa, y tiesa, mi impresión fue aún mayor al ver entrar a Joey a la sala. Mi mundo se me vino encima y quedé sin aliento.

<< ¡No puede ser! >>

El corazón se me disparó. Hacía más de dos años que no lo veía, así en persona, y él tranquilo y distraído, caminó hacia nosotros. Nos miró anonadado y con destellos.

<< No es posible >>

<< Es ella >>

Sin evitarlo, yo lo miré perdidamente, con mis ojos muy tristes y mi corazón desilusionado. Él se perdió en mi mirada de amor para él.

<< No puede ser que sea ella >>

<< Ella escribió ese libro de amor de mí >>

Estaba tan guapo, más que aquella ultima vez, que pude estar a su lado, y con vergüenza por lo que había ocurrido con mi libro, bajé con tristeza la mirada. Él lo advirtió.

Pretendía acercarse a mí, pero justo dio por inicio la audiencia.

Sentados ambos de extremo a extremo en la sala, el juez comenzó con la demanda.

Él me miró y yo triste, y sin saber que hacer o que decir, él me observó fijamente.

Avergonzada y desecha, aún no podía creer que estuviera en ese lugar y porque él me había demandado.

Bajé la mirada sin ánimos y solo escuché lo que el juez me dictaría.

<< Oh Joey >>

<< Jamás pensé que pasaría esto... >>

<< Y que tú me harías esto... >>

Me hice la fuerte y me contuve las ganas de llorar. No le daría el gusto a Joey de que me viera llorar.

_ Bajo todas las pruebas en contra de la demandada, está le tendrá que pagar una indemnización de $100.00.000.- dólares al señor Joey Tempest, además de cancelar la publicación de su libro "Tengo habito de ti" de todas las librerías del país – se me retuvo el aliento y la angustia me abordó al ver que mi tan querido libro sería cancelado y eliminado de cada librería y no pude más.

_ ¡Pero yo no tengo todo ese dinero! – él volvió a mirarme.

_ ¡Silencio señorita Constanza! ¡Cabo señalarle, que si vuelve a gritar, será sacada de la sala!

La desesperación me consumió y miré ahora con enfado a Joey. Él lo advirtió; se sintió miserable y desgraciado por lo que me estaba haciendo, pero aún así no dejó de pensar que yo me quería aprovechar de su fama y dinero.

A punto de llorar de impotencia, él no lo resistió más y se levantó de su asiento.

_ Señor Juez ¿Nos podría dar unos minutos de receso por favor?

_ De acuerdo, si lo estima conveniente.

_ Gracias – me miró en seco – Quiero hablar con la demandada.

_... – quedé perpleja - ¿Qué?...

Él caminó hacia mí y el corazón se me subió a la garganta.

No entendí nada.

Lo miré confusa, más nerviosa que al principio, y él frente a mí, sus ojos celestes, fijos en los míos, me hipnotizaron.

&quot;Mi Joey&quot; (Fanfic Joey Tempest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora