Mi madre más que enfurecida, no daba su brazo a torcer con respecto a mi decisión de haberme ido a vivir con Joey a su casa, y sin tomar la opinión de mi padre, llamó a Cristian, un amigo de la familia, del que, por cierto, nunca fue de mi agrado, pero que a ambos les hubiera encantado que yo me casara con él por toda su fortuna...
_ ¿Cómo es eso que Constanza se fue a vivir con ese hombre vividor y con malas costumbres?
_ Así pasó. Conoces como es Constanza, cuando algo se le mete entre ceja y ceja, nadie la puede hacer cambiar de opinión. Lo peor de todo es que está en la casa de ese mal hombre. Imagínate todas las cosas pervertidas que le puede hacer.
_ No si yo puedo impedirlo.
_ Tráemela de regreso Cristian. Devuélvenos a nuestra hija sana y salva.
_ ¿Y qué se supone que yo obtenga con todo esto?
_ Te la daremos en santo matrimonio. Tú sabes que yo siempre te he querido a ti como marido de Constanza – sonrió con interés.
_ Si es así, entonces con gusto se la traeré de regreso con usted, futura suegra...
Acomodaba todas mis pertenencias, las que la mudanza me había traído de mi antiguo hogar y más que contenta y agradecida, miré con cariño mí querida máquina de coser.
De pronto, él en la puerta, me miró y tocó por respeto...
_ ¿Puedo? – me volteé abruptamente.
_... Sí, claro.
_ Veo que ya estás acomodando todas tus cosas – lo miré con vergüenza y nervios.
_ Si, en eso estoy...
Me miró con ternura y yo ruborizada, lo miré muriéndome de amor por dentro y en mí mente solo se repitió una y otra vez:
<< Él no me ama y nunca se va a fijar en mí >>
De pronto, él miró mi máquina de coser.
_ ¿Sabes coser?
_... Eh sí. Me gusta hacerme vestidos y esas cosas – sonrió tierno.
_ Genial. Que dulce – me sorprendió su comentario y más lo amé por eso.
_ ¿En serio?
_ Claro, además de escribir, sabes fabricar tu propia ropa, es algo que no todos pueden hacer. Espero verte muy pronto con alguno de esos tiernos vestidos, que seguro sueles usar...
Lo miré perdidamente y él me contempló por unos segundos. Luego se puso nervioso...
_... Bien... Eh, yo venía para pedirte que me acompañes a cenar.
_...
Sentí que no podía, que era mejor que no fuera.
_... Lo siento, pero creo que no – me miró descolocado.
_ Disculpa, pero ¿Por qué no?
_... Porque como ves, aún estoy, aquí ocupada, ordenando mis cosas... - frunció el ceño.
_ Entiendo, todavía sigues molesta porque te obligué a que te vinieras a vivir conmigo – lo miré sorprendida y más nerviosa me puse.
_ No, no es eso, pasa que...
_ No me des explicaciones, es evidente, pero es lo que decidiste.
_ ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Por qué me estás hablando así?!
_ Solo te recuerdo que tú decidiste esto.
_ Porque de lo contrario tú me hubieras metido a la cárcel, si no te pagaba toda esa enorme cantidad de dinero
<< Nunca hubiera hecho eso >>
<< Solo anhelaba tenerte aquí conmigo >>
_ Era eso, o esto, y tú lo sabías muy bien, además de salvar tu libro de que lo cancelaran.
_... – lo miré con tristeza y él lo advirtió.
_ Como sea, es mejor que me vaya...
Así sin más, salió de mi habitación y yo quedé con un nudo en la garganta.
Él también triste, se sintió rechazado de que yo no quisiera acompañarlo a cenar, lo que lo enfadó enormemente, pero no quiso que yo me diera cuenta de que sea había sentido, y que por eso, había actuado así tan frío, para esconder sus verdaderos sentimientos.
Fue así como se sentó a cenar solo...
Triste nunca lo había visto reaccionar así, lo que me impresionó y a la vez desilusionó.
Solo quería llorar y conteniéndome, me detuve a pensar...
<< Tal vez lo herí >>
<< Él quería ser amable conmigo al querer invitarme a cenar con él y yo lo rechacé >>
<< Pero también no dejo de pensar el ¿Por qué? ¿Por qué me ofreció esto? El de quedarme aquí en su casa con él, a cambio de no demandarme por mi libro >>
<< Aún no lo entiendo >>
<< Ha sido tan atento conmigo >>
_ Quizás debo pedirle una disculpa...
Más que abrumada y nerviosa, respiré hondo. Deseaba hacer las paces, ya que si me quedaría allí, no podíamos estar así, no, además que me moría de alegría, independiente de la circunstancia, de estar viviendo con él, en su casa. Un sueño que había anhelado toda mi vida y que ahora se me había hecho realidad.
Serio, tomó sin ganas su café cargado y solo pensó en mí y se le aceleró el corazón.
_ Me rechazó. Soy un tonto ¿Por qué simplemente no hago mis sentimientos a un lado y me olvido de ella? ¿Por qué tiene que ser tan difícil? La amo. La amo con todo mi corazón...
Bajé sigilosa por las escaleras. Me armé de valor y fui hasta el comedor.
Él aún sentado en la mesa. Miré su ancha espalda y se me aceleró el corazón. Era obvio, lo adoraba.
A punto de acercarme para disculparme, su celular sonó y él lo tomó...
_ Halo.
_ Hola primito adorado.
_ Camila, hola ¿Qué tal?...
Supe que no podía hablar con él, y triste, preferí volver a mi dormitorio...
Suspiro con cansancio. Estaba un poco triste.
_ ¿Y ese suspiro?
_ Nada, estoy un poco cansado.
_ ¿Es verdad lo que oí por ahí, de que te llevaste a esa disque mujer a vivir a tu casa?
_ No es una "disque mujer" como le acabas de decir ¿Y qué si lo hice?
_ Pero Joey, esa mujer es una sinvergüenza y oportunista. Público un libro de ti sin tu conocimiento y tú tienes la brillante idea de ofrecerle a que viva contigo en tu casa.
_ Ese es asunto mío, que a ti, ni a nadie le debe importar, ni opinar.
_ Pero Joey ¿Cómo me pides que no me importe? Esa mala mujer lo único que quiere obtener de ti es toda tu fortuna ¿Cómo no te das cuenta?
_ Suficiente Camila. No quiero seguir escuchándote, adiós.
_ ¡Espera! ¡No me cortes por favor! Está bien, lo siento... No debí haber hablado "así" de ella. Yo solo te llamaba para saber de ti ¿Cómo estabas? ¿Y si mañana podía ir a verte a tu casa? – no tuvo ninguna expresión en su rostro.
_ Ok...
Le bastó solo con decir eso y ella sonrió de inmediato.
_ ¡Súper! Entonces, mañana iré a verte como a las cinco. Que descanses. Buenas noches
_ Tú también Camila. Adiós...
Al cabo de colgar, se tocó la cien con cansancio y molesto.
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"Mi Joey" (Fanfic Joey Tempest)
FanfictionConstanza, feliz e ilusionada, porque publicarían su primer libro, que estaba dedicado a su cantante y amor de toda de su vida, Joey Tempest, ignoraba que él lo leería y furioso porque ella había escrito de él, sin su consentimiento, decide ponerle...