"Mi Joey" (Fanfic Joey Tempest)

Capítulo 11

Sonreí fascinada al llegar a aquella feria.

Joey también sonrió.

Hacía semanas, que había leído, que aquella feria estaría por la ciudad, y desde ese momento, ansié visitarla, y mi anhelo se hizo realidad, y más al Joey acompañarme a conocerla.

Aquella feria me pareció increíble, de comienzo a fin, y los dos sin soltarnos de la mano, yo miré con asombro cada stand, objetos a la venta y toda su gente.

Un sujeto esparció centenares de burbujas, lo que me encantó y las miré con atención. Me sentí como una niña y tomé algunas. Joey me miró perdidamente enamorado y anheló tomarme en sus brazos.

_ Ven aquí...

Me dijo y me cargó feliz en sus brazos. Me elevó un poco y yo perdida en él, Joey me dio una suave vuelta y yo le sonreí toda enamorada.

_ Amo que me sonrías así. Ansiaba tanto que me sonrieras, como lo estás haciendo.

_Mi Joey.

_ Te he amado desde hace mucho, desde que te vi, por primera vez, junto a todos esos fans. – lo miré emocionada.

_ Y yo te he amado a ti, desde siempre, toda mi vida. – me miró apasionado.

_ Mi dulce Constanza.

Aún cargada en sus brazos, nos sonreímos plenos y luego yo miré un carrusel, al fondo, lo que me llamó la atención y Joey sin bajarme, los dos lo miramos.

_ Qué bonito es. – me miró.

_ ¿Quieres que nos subamos? – le sonreí.

_ Sí, me encantaría. – me sonrió con ternura.

_ Vamos.

Me bajó de sus brazos, nos tomamos de la mano y corrimos hacia aquel carrusel.

Miramos el carrusel girar y mi corazón se estremeció de alegría. Joey me miró y sonrió enternecido.

Me sostuve de la baranda; él me tomó de la cintura, para ayudarme a subir y los dos nos subimos a aquel carrusel.

Joey sentado detrás de mí, tal como yo ansiaba, él me sonrió y yo acaricié su mejilla.

_ Te amo.

_ Y yo a ti.

Le dije y él me sonrió. El carrusel empezó a girar y yo sonreí de alegría. Joey atento de mí, me sostuvo con cariño y protección de la cintura y me miró con ternura.

Los dos nos sonreímos; la brisa del viento rozó en nuestras mejillas y miramos a los demás caballos girar junto a ambos.

_ Esto es increíble. – me sonrió.

_ Sí que lo es.

Sentí su dulce presencia junto a mí y me sentí maravillosa, inmensamente feliz. Sentí que ese día era perfecto y me reí y miré a Joey. Él me miró y sus ojos posaron en los míos. Me sonrió con destellos.

_ ¿Estás cómoda?

_ Si, demasiado.

_ Jejeje, pues no te soltaré de mis brazos.

_ No lo hagas.

_ Te adoro.

_ Y yo a ti. Siempre.

Joey volvió a sonreírme y dimos otra vuelta en el caballo. Sonó una tierna e infantil melodía.

Tomó mi rostro y me besó con ternura y ambos nos besamos. Felices escuchamos aquella melodía y volvimos a dar la otra vuelta.

Al cabo de besarnos, Joey me miró todo enamorado.