Capítulo 12

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Días después.

Más que ansiosa, solo quería acabar de escribir aquella nueva historia, la que aún no le tenía un título, pero sabía que, tarde o temprano, alguno se me ocurriría.

Me sentía tan feliz a su lado, que nada, ni nadie, podría arruinar lo que sentía. Lo amaba y amaba estar a su lado y que él también me quisiera y amará.

Terminaba de coser los últimos detalles de mi nuevo vestido y pensé en él con amor.

Él escuchó mi máquina de coser y sonrió con ternura. Tomó mi libro y continuó leyéndolo.

Anheló verme con aquel nuevo vestido, que yo estaba fabricando...

Con una trenza maría en mi cabello, me miré frente al espejo con mi nuevo vestido y sonreí de felicidad.

Me di una vuelta para ver como se movía, por lo ancho que lo había dejado, y el vestido bailó con estilo, lo que me fascinó y lo atesoré de inmediato.

No me pude aguantar las ansias de que Joey me viera con mi nuevo vestido y bajé a verlo.

Concentrado, leía una escena muy intima de los dos, donde él me tenía sentada en sus piernas, y yo embarazada, con mis siete meses, él acariciaba mi barriga y me besaba con desesperación.

Sonrió intenso al leer aquello y añoro que eso pasara en verdad.

<< Sería muy bonito, si llegara a pasarnos algo así. >>

<< Un hijo de los dos. >>

<< Que tú estuvieras... >>

De pronto, escuchó mis pasos bajar por las escaleras y cerró y escondió rápidamente el libro.

Yo le sonreí y él me miró perdidamente, de arriba abajo, frente a mi nuevo vestido y sonrió embelesado.

_ ¿Te gusta? – sus ojos brillaron.

_ Te ves muy bella y dulce. – le sonreí con pudor.

_ ¿En serio? ¿De verdad te gusta? – se me acercó y los dos nos miramos con anhelos.

_ Si. Estás demasiado hermosa. Sin duda, eres toda una experta para hacer vestidos. Te quedó muy bonito. – más le sonreí.

_ Me alegra mucho que te guste. Lo hice pensando en ti. – me miró todo enamorado y acarició mi mejilla.

_ Te amo.

_ Yo también te amo, mi Joey.

Los dos muy cerca, cerramos los ojos y comenzamos a besarnos.

Al cabo de besarnos, él volvió a acariciar mi mejilla y nos miramos perdidamente enamorados.

_ Me encanta como te ves con ese vestido. Eres muy dulce. – me sentí otra vez avergonzar.

_ Me alegra tanto saber que te guste. Me haces muy feliz. – me miró intenso.

_ Ya sé cuál es tu anhelo. – se me aceleró el corazón.

_... ¿Mi anhelo?... ¿De qué estás hablando? – me sentí descubierta por él y Joey me sonrió.

_ Lo sé, amor mío. – me di cuenta que había leído ese "capítulo muy especial e intimo" y me puse de todos colores.

_... ¿Lo leíste?

Más que nerviosa, me di vuelta. Joey sonrió apasionado y se me acercó al oído.

_ Eres muy tierna. Me encantaría que en verdad estuvieras esperando un hijo mío, solo mío. – me estremecí por completo y lo miré perdidamente enamorada.

_ Oh, mi Joey ¿Lo dices en serio? ¿No me crees una loca por escribir algo así?

_ No, al contrario. Me pareces muy tierna. Daría lo que fuera porque tengamos ese hijo, que los dos tanto anhelamos.

_ Oh, Joey. Mi Joey.

Lo abrasé fuerte y él embelesado por completo, amó que yo lo abrasará de esa manera y me rodeó con cariño y amor en sus brazos.

_ Te amo con toda la fuerza del mundo, mi hermosa Constanza.

Miró mi máquina de coser y sonrió.

_ Tienes mucho potencial. Creas unos vestidos muy dulces y excéntricos.

_ Gracias. Siempre me ha gustado crear mi propia ropa, en especial los vestidos. – miró mi vestido.

_ Ese te quedó muy bonito y tierno. Pienso que se debe tener paciencia y dedicación para fabricar algo así.

_ Si, es cierto. A mi madre jamás le gustó el que yo hiciera ropa y menos que usara la máquina. Lo detesta.

_ Pero ¿Por qué?

_ Mis padres son personas muy conservadoras, en especial mi madre. Le importa mucho el qué dirán los demás y solo ven por su conveniencia. Nunca hemos tenido una buena relación. Siempre ha sido así desde que puedo recordar.

_ Comprendo. – lo miré.

_ Sé que escuchaste todo lo que ella me dijo en el juicio.

_ Si... Sé que esos señores no son tus verdaderos padres.

_... Así es. Ellos no son mis padres. Nunca supe que pasó con mis verdaderos padres, y a veces, eso me frustra. – Joey vio mi tristeza y tomó mi mano.

_ Tranquila. Tal vez podamos hacer algo y buscar a tus verdaderos padres.

_ Se los he preguntado tantas veces, pero no hay caso. Mi padre no sabe nada. Ha intentado ayudarme, pero no hemos conseguido nada.

_ Lo lamento.

_ Y esa señora. A veces, siento que es como que disfrutara que no puedo encontrar la verdad.

_ Tal vez lo mejor que pudo pasarte es que te vinieras a vivir aquí. – le sonreí.

_ Si, es cierto. O si no, me iba terminar volviendo loca en esa casa. Ahora soy tan feliz, porque estoy aquí contigo. – me miró perdidamente.

_ Y lo seguirás siendo. Te lo prometo.

_ Te amo.

_ Y yo te amo a ti.

Bebiéndose su taza de café cargado, yo lo acompañaba con una taza de té, y apoyada junto al piano, lo miraba tocar. Joey me sonrió y continuó tocándolo.

Miré sus dedos sobre las teclas y me dejé atrapar por su suave y mágica melodía.

Lo miré perdidamente enamorada. Amaba como tocaba el piano. Amaba todo de él, de mi Joey.

Él me miró intenso y me amó con locura.

Se sintió tan pleno, increíble, muy feliz y soltó un suspiro. Yo volví a sonreírle y los dos nos reímos contentos.

_ ¿Y qué te pareció?

_ Me encantó. Tocas muy lindo el piano. – me sonrió.

_ Eso lo dices porque eres mi gran y preciada admiradora, además de mi preciosa novia. – le sonreí con pudor.

_ Oh, pero de verdad tocas muy bonito el piano. Tienes un don, Joey. Lo tienes. – me miró perdidamente enamorado.

_ Te amo, mi Constanza y solo quiero tenerte a mí lado siempre. – mi corazón palpitó de felicidad y le acaricié su mejilla.

_ Me tendrás siempre, amor mío.

Me miró amándome con todo su amor y tomó mi rostro en sus manos y me besó largamente.

&quot;Mi Joey&quot; (Fanfic Joey Tempest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora