Al día siguiente...
Me pasé toda la mañana encerrada en mi habitación. No me atrevía a salir y tampoco tenía el coraje de mirarlo a la cara.
Desconcentrada, no podía escribir, y exasperada, miré la máquina de coser. Pensé que ya era tiempo de fabricarme un nuevo vestido.
Con los ojos pesados, no había dormido en toda la noche y agotado y un poco irritable, deseó pasar por mi puerta para al menos oír lo que yo hacía, o escuchar mi voz.
_ Es increíble que haga esto...
Dijo para sí mismo y de pronto escuchó andar la máquina de coser.
Concentrada en mi nuevo vestido, cosía su corpiño y mangas elasticadas. Amaba los vestidos tiernos y con muchos detalles.
Sin imaginármelo, él estaba tras mi puerta y yo anhelando ya usar mi nuevo vestido, preparé nuevamente el hilo y eché otra vez a andar la máquina.
Ansiaba verme y saber cómo me encontraba y no aguantó más y abrió de un impulso la puerta.
Me giré abruptamente, sin sacar el dedo de la aguja, que aún seguía andando. Joey me miró y yo anonadada de verlo parado en mi puerta, los nervios me abordaron y la aguja me hirió el dedo.
Solté un grito y lo saqué rápidamente, pero mi dedo comenzó a sangran sin parar.
Joey preocupado, se me acercó; me miró y yo me apreté el dedo con dolor.
_ Déjame ver...
Me pidió y yo a punto de llorar, se lo mostré y él tomó con cuidado y cariño mi mano.
Se sintió culpable y me miró con preocupación.
_ Lo siento tanto, esto te pasó por culpa mía.
_...
_ Ven, vamos a curarte eso.
_... Me duele mucho.
_ Lo sé, pero si no te curo ahora, se te puede infectar. Vamos, tengo un botiquín de primeros auxilios.
Sin oponerme, me levanté, y él atento y tierno, me apoyó de él y yo con mucha molestia, mi dedo sangraba y sangraba.
Joey me miró y yo con los ojos llenos de lágrimas, lo miré y él me miró sereno. Se moría de amor por dentro.
Me sentó en el sofá y yo llorando, él anheló abrazarme y pasar su mano en mi mejilla.
Se encuclilló frente a mí.
_ Tranquila. Traigo de inmediato el botiquín – le dije un sí con la cabeza y él corrió a buscarlo.
De pronto, me sentí tranquila y maravillosa. Nerviosa igual al ver a Joey volver con el botiquín y ser él quien me curaría.
La ansiedad me volvió y con el corazón pegado en la garganta, solo pensé en él y esperé expectante a que regresará.
Mi corazón y pulso se aceleraron más y Joey me miró con ternura y destellos.
Igual de nervioso que yo, volvió a mirarme.
_ Dame tu mano para limpiarte la herida primero.
_ Si...
Solo coordiné a decirle y le extendí la mano.
La mano me tembló al sentir el suave contacto de la suya, y más nerviosa, él me miró y luego con cuidado empezó a limpiarme la herida.
Me ardió un poco y solté un quejido. Joey volvió a mirarme.
_ Lo siento.
_... Descuida.
ESTÁS LEYENDO
"Mi Joey" (Fanfic Joey Tempest)
FanfictionConstanza, feliz e ilusionada, porque publicarían su primer libro, que estaba dedicado a su cantante y amor de toda de su vida, Joey Tempest, ignoraba que él lo leería y furioso porque ella había escrito de él, sin su consentimiento, decide ponerle...