Capítulo 18

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Joey preocupado, estaba a mi lado, mientras el doctor me examinaba...

Abrí los ojos y vi a Joey a mi lado. Se me llenaron los ojos de lágrimas y él me abrazó.

_ Cariño, niña mía.

_ Joey, mi Joey. – de pronto sentí un horrible dolor en el brazo y se me escapó un grito. Joey me miró alarmado. - ¡Me duele mucho el brazo, amor!

_ ¡¿Qué tiene, doctor?!

_ Veamos...

Asustada, Joey me miró nervioso y más preocupado. El doctor tocó mi brazo y a mí volvió a dolerme.

_ Su brazo está lesionado por la fuerte caída que tuvo, pero por lo que veo, no se comprometió ningún hueso, pero tendrá que usar un vendaje por unos días, hasta que el dolor y la hinchazón disminuya. – Joey sonrió con alivio.

_ Ok. Gracias, doctor. Menos mal que no fue más grave, cariño. Tuve mucho miedo. – le acaricié su mejilla.

_ Oh, mi Joey.

_ Me siento culpable porque si yo hubiera estado más pendiente, no te habrías caído.

_ No. no pienses en eso, por favor. Tú no tuviste la culpa.

_ Es que no comprendo. Ese caballo estaba muy paciente y tranquilo ¿Qué le habrá pasado para que se pusiera así?

_ No lo sé cariño. – Joey me miró y yo igual de preocupada que él, acarició mi mejilla y besó con cuidado mi frente, la que tenía un parche.

Con el brazo vendado, no lo podía mover. Tuve que guardar reposo.

Joey intrigado, regresó al establo para guardar el caballo.

Algo no le calzaba, y serio, aún seguía preocupado, y a la vez agradecido, de que nada grave me hubiera pasado.

Miró el caballo y lo acarició, cuando de pronto vio que la cincha estaba cortada.

_ No es posible.

Alarmado, el jardinero se le acercó...

_ Disculpe... Tengo que hablar con usted.

_ ¿Qué pasa ahora, Patrick? Acabo de descubrir que la cincha del caballo estaba cortada. Fue por eso que Constanza se cayó.

_ Es de eso que quiero hablarle.- Joey lo miró atento.

_ Discúlpeme por pensar mal pero, siento que debo contarle esto.

_ ¡¿Contarme que cosa?!

_ Hace un momento, cuando usted se trajo de urgencia a su novia, por lo de la caída, vi escondida, en uno de los árboles, a la señorita Camila. Ella no me vio. – Joey se desfiguró y se dio cuenta de todo.

_ Ahora lo entiendo todo...

Tocó furioso a su puerta, y Camila sin esperárselo, abrió la puerta y quedó paralizada.

_ Joey... ¿Qué haces aquí? – la miró en seco.

_ No te voy a perdonar nunca lo que le hiciste a Constanza. – ella se puso nerviosa.

_ No sé de qué estás hablando.

_ ¡Deja de mentir! ¡Y confiesa! ¡Confiesa que tú cortaste la cincha del caballo para que mi novia se lastimara!

_ ¡¿Cómo dices esas afirmaciones de mí?!

_ ¡Porque te vieron! ¡Así que deja de mentir!

_ Esa mujer no te merece. No te ama. – Joey la miró con odio.

_ No quiero volver a verte jamás. – Camila se quebrantó y se le llenaron los ojos de lágrimas.

_ ¿Qué? Pero, Joey.

_ Ya estás advertida. Y agradece que no te denuncio, porque si vuelves a acercarte a nosotros, o intentas hacerle daño, otra vez a mi novia, no tendré consideración contigo.

_...

_ Estás muerta para mí.

_... Yo solo quería que te dieras cuenta de que esa mujer no te quiere. Jamás te querrá y te amará como yo.

_ No Camila. Lo que hiciste no tiene justificación. Nuestra amistad se acabó.

_...

Joey se fue y Camila con las mejillas llenas de lágrimas se echó en el suelo y rompió en llanto.

<< Mi amado, Joey. >>

Abrazado a mí, acarició mi espalda y mi brazo. Yo lo miré y él me miró.

Me lo había contado todo.

_ Siento mucho todo esto, cariño. Nunca creí que Camila sería capaz de hacer lo que te hizo.

_ ¿Nunca te diste cuenta de lo que sentía por ti?

_ Por desgracia no. Siempre la he visto como lo que es para mí, mi prima y creí que por su parte era lo mismo, que nuestra amistad era sincera. Me siento como un tonto. – le tomé su mano.

_ No, no tienes porque sentirte así, mi amor. Tú no tienes la culpa de lo que a ella le pasó contigo. – soltó un suspiro abatido.

_ Es verdad, pero aún me enfurece demasiado lo que te hizo. Cariño, pudiste haberte lastimado mucho peor por su culpa. Jamás se lo perdonaré.

_ Afortunadamente solo fue lo del brazo y ya. – me miró en seco.

_ No, esto no se puede quedar así. Iré a colocarle una demanda.

_ No. no lo hagas.

_ ¿Qué?

_ No quiero que te metas más en problemas por mí. Con haberla amenazado y que no vuelva a acercársenos, y a molestarnos, es más que suficiente. Con eso es más suficiente castigo. – me miró perdidamente y tomó mi rostro.

_ Eres tan buena, mi vida. Es por eso, entre tantas cosas más, que te amo. Te amo con toda el alma.

_ Oh, mi Joey. Solo quiero que estés bien y feliz.

_ Contigo lo soy inmensamente. – acaricié su mejilla.

_ Te amo.

_ Y yo a ti.

Me dijo embelesado y nos besamos.

Joey me sonrió.

_ ¿Cómo te sientes? ¿Te duele el brazo?

_ Un poco la verdad.

_ Traeré los medicamentos que te recetó el doctor para los dolores. – le sonreí con destellos.

_ Gracias. Te quiero. – me sonrió con ternura y besó mi frente.

_ Mi vida...

&quot;Mi Joey&quot; (Fanfic Joey Tempest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora