Hoy era el último partido, ya habíamos clasificado a las nacionales pero por formalismo y parte del torneo debíamos jugar.
Bajamos del micro y notamos el polideportivo, muchas personas en las gradas viendo a los alumnos quienes hoy tenían un último día para sumar puntos y entrar en las nacionales.
Fui a donde atletismo, allí mi padre daba unas instrucciones, los chicos me saludaron a lo que sonreí. Cuando dejó de hablar mi padre me acerqué donde Jin-Woo.
-¿Hoy vas a correr?- pregunte mirando alrededor.
- Si, aún que ya clasifique- dijo algo cansado, solté una risita divertida.
- Es tedioso, yo también debo jugar un partido- bufé. Lo mire y está ya tenía su vista en mi sonriendo.
- Aún así suerte y no te dejes vencer- se burló.
- No la necesito- dije arrogante, sonrió mostrando sus dientes y se acercó, quise retroceder pero me tomo de la muñeca de forma rápida y me acerco.
Me pegó a su cuerpo y se inclinó un poco para llegar a la altura de mi oído. Estaba nerviosa y mi corazón latía sin freno alguno.
- Suerte- susurro de forma lenta y con la voz un poco ronca. Mi corazón había saltado y latía rápidamente. Cuando se separó me miraba divertido, me guiño un ojo y se fue.
Volví donde las chicas, estás sonreía cómplices viendo mi rostro sonrojado. Sólo las pase de largo y ellas me siguieron mientras se burlaban.
En los vestuarios no tardaron en tirar comentarios y burlarse. Más Elle, era quien más molestaba, ella se reía de las miradas que le mandaba.
- Bien hay que salir a calentar- dije, pero Myong cerró la puerta del vestidor.
-Claro que no niña- se burló Suna- mírate pareces un manojo de nervios.
- Yo creo que aquí ya cayeron en las telarañas del amor- Misa agregó divertida.
- N-no, yo no...- infle mis mejillas mientras me sonrojaba más, quisiera poder controlar cuando eso pasa.
- No te irás hasta que admitas tus sentimientos- nego Elle- es sencillo Tn, debes decirnos a nosotras lo que ya sabemos.
Las mire y estaban esperando. Suspiré y mire mis manos. Ya lo había admitido para mí misma, era diferente cuando se lo contabas a alguien.
-Yo.... Me gusta Sung Jin-Woo- dije de forma tímida. Ellas sonrieron y abrieron la puerta. Alguna que otra chillaba de emoción.
- Bien, al partido- Elle me abrazó y tomando mi muñeca me arrastro fuera de los vestuarios hacia la cancha.
Dos horas después
Ya estábamos listas luego de bañarnos y cambiarnos. Mire a las chicas quienes también estaban.
-¿Y si salimos a dar una vuelta?- pregunto Lisa- digo, ya empiezan las vacaciones de invierno y en el centro está todo decorado para navidad.
- Pusieron un árbol gigante- dijo Misa saltando como una niña- miramos a Myong, está nos miró.
-¿Por qué me miran a mi?- pregunto ella.
- Bueno todas estamos solteras, por ahora- dijo Ella dándome una mirada divertida- en cambio tu...
- Está bien- rodó los ojos- iré, de todas formas hoy no saldría.
- ¡Siii!- gritamos al unísono.
Minutos después
Solté una risa mientras miraba a Elle haciéndole muecas a niños pequeños que le devolvían el gesto. Cada una estábamos con una bebida caliente en nuestras manos por el frio.
Mire hacia arriba notando lo hermosamente decorado que estaba el centro. Los adornos navideños, las familias y el cielo nublado, sólo no podía esperar a que la nieve cayera.
- Mierda no es cierto- dijo una de las chicas. Las mire y todas veían en una dirección.
-¿Que sucede?- pregunte. Elle enseguida se acercó a mí.
- No nada- no me permitió ver dónde ellas estuvieron viendo.
-Elle- dije. Trato de impedirme pero logré zafarme y mirar. Cerca del árbol grande, estaba Sung Jin-Woo acompañado de Cha Hae In.
Ambos estaban conversando, lo notaba desde esta distancia, no era mucha de todas formas.
- Tn...
- ¿Que?- pregunte mirando a Suna. Sentía un poco una pequeña punzada en mi interior pero no me hacia ideas tontas.
- Tu no...
- Yo con él somos amigos- dije enseguida- además, si... Si llegáramos a ser algo más yo nunca le impediría no tener amigos, no soy de ese tipo de persona.
- Pues eso no es de amigos- dijo Myong, gire para ver a ambos.
Cha Hae In le colocaba su bufanda en el cuello al pelinegro, estaban demasiado cerca y notaba las miradas que se daban. Sung Jin-Woo nunca me había visto de esa forma.
La forma en la que sonrió cuando la rubia salió corriendo y luego el detrás. Parecían la pareja perfecta, no ví más cuando ambos estaban frente al árbol.
Cerré los ojos e hice una mueca cuando sentía el pinchazo en mi corazón. Más que eso, se sentí vacío como si hubiera un hueco.
-No me siento bien- susurré sintiéndome mareada.
- Tn!- el llamado de Elle lo sentí lejos. Mire en otra dirección y note algo que me dejó helada unos segundos.
Era yo. Me estaba viendo a mi misma. Pero era más grande, más alta incluso y un mechón blanco decoraba mi cabello negro. No lo pensé dos veces y comencé a correr.
Sentía a alguien siguiéndome, los gritos de Elle pidiendo que me detuviera, pero yo solo corria. El reflejo, lo que veía, corria y volteaba a verme cada tanto, un destello rojo cruzando sus ojos.
Llegué a la calle, las personas acumuladas esperando a que se volviera rojo para dar paso de peatones. Miraba e todas direcciónes.
Por alguna razón que desconocía estaba llorando, no sabía la razón o bueno, la supe cuando el vacío en mi pecho se había cada vez mayor y mi mente se hacía borrosa y en blanco.
Mire en diferentes direcciones hasta encontrarla. Corria por la calle hacia el otro lado, dónde una inmensa puerta se alzaba delante de los edificios.
Volteo a verme, su cuerpo comenzó a cambiar hasta convertirse de color azul como si programas pasarán haciendo solo la silueta de una chica.
La puerta detrás se abrió un poco dejando ver cómo del otro lado estatuas enormes se alzaban. No lo pensé y corrí en aquella dirección.
Escuchaba los gritos pero no les prestaba atención. Solo estaba con mi mente en ir hacia allí. No notaba mi alrededor, estaba por llegar a la puerta pero el grito de Elle llamándome me hizo caer devuelta en la realidad.
Cuando voltee ella se lanzaba hacia mí, las luces y un bocinazo fue lo último que escuché seguido de un impacto. El resto se volvió negro.
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Secrets// Sung Jin-Woo [III]✓
FanfictionEl mundo se detiene alrededor. Todo es congelado de un segundo a otro. Para los ojos ajenos no es más que un sentimiento que pocos sienten. Buscando de un lugar a otro, la fuente de aquella mirada que sentía se clavaba en el fondo de su corazón. B...