Extra 1

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No despegue en ningún momento mi cara de la almohada, me encontraba hecha una bolita abrazándome a mí misma. Me quejaba de vez en cuando.

-Tn-, hija- el llamado de mi madre no hizo la diferencia, sólo me queje cuando aparto la frazada de mi rostro- ¿Que pasa?

- Vino el que no quería y siento que me está matando por dentro- ella soltó una risita a lo que me queje.

-Esta bien- suspiro- ¿Quieres que te traiga algo?- pregunto. Negué y me di vuelta, la luz me molestaba.

-Quiero estar sola- no dijo más nada, sólo escuché cuando la puerta se cerró dejándome.

Estuve un rato largo así, escuché cuando se tocó el timbre y como mis padres iban a recibir a quien quiera que haya llegado. Cuando era cazadora no me molestaban los cólicos.

-¿Tn?- escuché que llamaban del otro lado de la puerta. Esta se abrió con cuidado y vi como Jin Woo se asomaba.

-¿Que haces aquí?- pregunte en un suspiro- ¿Mi mamá te llamo?- pregunte. Este entro al cuarto mientras sonreía y negaba.

-No, de hecho me resultaba raro el que no aparecieras y bueno... Me acordé cuando me dijiste una vez cuando eran tus períodos.

Era un tomate, no tarde en taparme toda con la frasada ante la vergüenza. ¿Por qué se lo había dicho? ¿Como se acordo?

-No lo digas tan así!- me queje. Escuché su risita y sentí cuando se sentó en la cama.

-No tienes porque avergonzante- dijo con calma- mira el lado bueno, significa que tu cuerpo funciona bien y algún día podremos hacer un hijo.

No tarde en aventarle una almohada. Lo escuché reír.

-¡Tonto!- dije alejándome de su cuerpo.

-¿Por qué? Sólo quería venir a ver cómo estaba mi linda novia- dijo con cierta arrogancia-ademas, traje dulces y... Dos combos de McDonald's.

Destape mi cara y lo mire. Este me miraba con cierto brillo en sus ojos. Como si estuviera adorando una gema preciosa.

-Ven- abrí la manta a lo que el riendo se quitó el calzado y entro. Lo tape por completo y lo miraba.

-¿Duele mucho?- pregunto acercándome a él.

-No es eso, es soportable, es molesto sentirlo todo el tiempo- susurré con vergüenza.

-Dejame probar algo- susurro, se quitó el guante de su mano, la quemadura se hizo ver, pero fue lo de menos.

Levantó mi remera dejando a la vista mi vientre, sin más puso su mano abierta en la zona baja y comenzó a generar una especie de calor.

Eso sin duda relajo mis músculos. De forma instintiva me acerqué a su cuerpo a lo que me abrazó riendo aún haciendo lo suyo.

-Es calentito- murmuré.

-Me alegro que te gustará- sonrió besando mi cabeza. No tardamos en ambos quedarnos dormidos abrazados.

Secrets// Sung Jin-Woo [III]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora