Secrets// Sung Jin-Woo [III]✓

Capítulo 19

Cuando todo ya había terminado y nos encontramos saliendo de la cancha, no lo espere, salí corriendo hacia donde estaba mi familia, allí escuchaba la risa del más alto que esperaba con los brazos abiertos.

- Tío Andre!!- grite feliz mientras me tiraba en los brazos del mayor quien sonrió y me daba vueltas en el aire.

-Monstruito!!- dijo este. Cuando dejo de girarme me volvió a dejar en el suelo, yo estaba como una niña pequeña, saltaba en mi sitio y miraba con una sonrisa al más alto.

-¿Cuando llegaste?- lo miraba espectante.

-Un rato antes de terminar el partido- dijo este- no encontraba este lugar- dijo en un suspiro. Yo solté una risita por eso.

- Fue un gran partido- dijo papá a lo que le sonreí. Mama me miraba con amor, note que ya su embarazo se notaba más.

- Jugaste muy bien cariño- dijo ella tomando mis mejillas y dejando un beso en una. Solté una risita.

Mire a Sung Jin-Woo quien miraba todo con una sonrisa. Esperaba que dijera algo pero note cuando mamá hizo que los dos hombres se fueran y me dejarán con el pelinegro.

- Fue un gran partido- felicito el contrario cuando los mayores no estaban.

- Al parecer me diste suerte- dije de burla mientras mostraba las flores- funcionan- me burle.

- Entonces deberé regalarte más seguido flores- respondió, solté una risita y un leve rubor cubrió mis mejillas- no es por comentar pero... Las rompieron al equipo de las Vikingas.

- Jajajaja a eso le llamamos el aliento del dragón- dije con una sonrisa. Baje la cabeza a mis pies, estaba sonriendo como tonta.

- Pues funciona- no había notado cuando se acercó. Levantó mi mentón haciendo que lo viera, estaba muy cerca- entonces...¿Nos vemos mañana?- pregunto. Llevo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

- Claro- respondí. El asintió y se aparto- ¿No eres peligroso o si?- dije enseguida mientras se alejaba. Lo noté sonreír y volteo a verme.

- Para ti, no- respondió, luego note cuando su sombra en la espalda se hizo más grande, parecía que había ojos viéndome, un ejército en su sombra- pero por ti, si lo soy- no dijo más nada y siguió su camino.

La última declaración me desconcertó un poco, no la había entendido, fue extraño pero no entre en más detalle, seguramente los decía a propósito como broma.

Al día siguiente me encontraba mirando el techo desde el sofá de la sala de estar, escuchaba las voces de Thomas con mis padres. Me levanté de golpe cuando escuché el sonido del timbre.

-¡Yo voy!- dije enseguida. Pase corriendo y frene de golpe en la puerta, pase la llave y abrí. Allí del otro lado estaba el pelinegro.

-Hola- sonrió.

-Hola- le devolví el saludo con una sonrisa- ya vengo- fui en otra dirección y busque mi abrigo.

-Hija, recuerda que vendrán luego los primos , ya sabes- dijo mamá. Sonreí y asenti- si quieres puedes invitarlo.

-Lo pensaré- la saludé al igual que los otros hombres en la cocina- adiós hermanito- dije mirando ya un poco más abultado el vientre de mi mamá.

Fue una salía divertida, desde ir a un arcade y ver quién hacía más puntos en la máquina de baile, carreras y fotos en la cabina. Miraba todas las fotos notando los diferentes gestos.

-Jajajajajaj en esta parezco un simio!!- le dije mostrándole la imagen. Este rio por mi comentario. Ahora caminábamos tranquilamente por el centro- ¿Cuál quieres?- pregunte mostrándole las tiras de fotos.

- Esa- dijo señalando una, la mire y note que era en la que habíamos salido normal. Haciendo poses, una de brazos cruzados espalda con espalda y cara sería. Otra en la que el pelinegro me había dado un beso en la mejilla desprevenida y otra en la que mi cabeza descansaba e su hombro.

-Bien- le pase las fotos- ¿Ahora que hacemos? Yo invito- le dije divertida- así que solo elije.

- Es una propuesta tentadora- dijo el, tenía las manos en los bolsillos de su saco negro. Miraba hacia varias direcciones- bueno podríamos....- fue interrumpido cuando su teléfono sonó, note que su semblante cambio un poco- disculpa..

-No hay problema- dije tranquila- solo contesta- asintió y así lo hizo. Fuimos a un parque cercano donde yo me senté en una banca y miraba al contrario, Jin Woo hablaba por teléfono no muy lejos. Sonreí cuando se acercó.

-Debo buscar unas cosas- dijo este, lo escuché atenta- no es muy lejos así que... No sé si querrías acompañarme.

-Claro- me levanté y nos pusimos en marcha.

-Nunca me dijiste algo sobre la otra noche- dijo este. Solté una risita.

-Dije que investigare por mi cuenta, y cuando tenga preguntas las haré, a su debido tiempo- lo mire- ¿No te molesta verdad?

- Para nada, de echo lo prefiero así- asenti.

-Comienzo a creer que eres un ex convicto o algo así- lo noté reír- no me culpes.

-No lo hago- llegamos a un sitio poco transcurrido. Allí había un hombre vestido de traje, era raro, ladee la cabeza y mire a Jin Woo- aquí me tienes- dijo el pelinegro.

-Wow- dijo el contrario viéndome- bueno...- volvió su vista a Jin-Woo- esto es lo que logré averiguar, después de eso no hay más- le entrego un sobre marrón sellado- eso sería todo, si necesitas algo más....

- Gracias- asintió el pelinegro- vamos Tn- mire al hombre desconocido y sin más gire y fui con el pelinegro.

-¿Y ahora?- pregunte pensativa.

- Debes invitar un helado- dijo este. Solté una risita y asentí. Fuimos a una heladería y nos sentamos en una mesita ya con nuestros postres.

- ¿Que piensas hacer luego?- pregunte.

-Tal vez sea detective- respondió. Abrí los ojos mirándolo.

-¿Enserio?- pregunte- wow, eso es genial.

-¿Y tú?

- Estoy haciendo un videojuego- sonreí, este encargo una ceja- hace algunos años lo empecé a hacer.

- ¿De que trata?- sonreí y lo mire, creo que me salían estrellitas de los ojos.

- Será en si un mundo abierto donde todos se podran armarse un personaje e ir subiendo de nivel- le expliqué.

- Suena interesante- alago.

- Aún que también abra misiones para la historia en general- agregué.

- ¿Tienes algo ya echo?- me preguntó.

Juraba que debía de verme como una niña chiquita explicado lo que le gusta.

-¿Quieres verlo?- pregunte. Casi saltaba de mi silla, el contrario notaba mi emoción y por eso sonreía mirándome con ternura- en mi casa tengo la computadora y los diseños de personajes.

- Me gustaría- asintió.

- Entonces que esperamos, vamos- este medio se sorprendió al ser ahora y no otro día pero no puso excusa.

Ambos nos dirigimos hacia mi casa, yo iba dando saltos mientras le explicaba algunas cosas. Me sentía nerviosa, por alguna razón, una parte de mi quería saber que pensaba el pelinegro al respecto.