A la mañana siguiente despertó de la misma manera, Orión estaba durmiendo de costado, mirando al lado contrario. Subió al cuarto piso, con intención de cobijar a Regulus, pero para su sorpresa, en el tercer piso, en la habitación de las camas gemelas escucho un sonoro ronquido, que quizás podría llegar a invadir todo el piso, era el ronquido de Pollux. Subió al cuarto piso, y para su sorpresa, no había regresado al mismo día, como espero de parte del castigo de Madre Magia, sino que era un día nuevo, Sirius estaba dormido en su cama, sin su cobertor, ocupando apenas una esquina, y Regulus en su habitación también dormía, aunque él estaba cubierto por su edredón.
Entro a la habitación de Sirius, solo con intención de cobijarlo, tendría que hablar con Orión y organizar una salida al callejón Diagon, claramente aquello era una muestra de que Sirius no estaba conforme con dormir en una cama con los colores de Slytherin, necesitaba sabanas nuevas, cortinas nuevas, quisieran o no.
Estaba segura que había iniciado un nuevo día cuando llego la edición del Profeta Matutino, cuando escucho a Pollux sentarse en su lugar y vociferar sobre la mala organización de la casa, ya que Sirius seguía durmiendo cuando todos ya estaban levantados. Regulus, por supuesto, llego a desayunar alistado, y no mucho después bajo Sirius, aun con su pijama puesto, pijama que no era suyo, como había confesado la noche anterior, sino de uno de sus compañeros de cuarto.
— Sirius Orión, ahora que te veo bien, has crecido un palmo, deberemos adelantar una tarde de compras en el callejón Diagon, no puedes estar usando el pijama de tu amigo todo el verano.
— ¿Por qué adelantarlo? — pregunto Sirius, quien se sentó a desayunar rascándose la cabeza.
— ¿Pijama de un amigo? — pregunto Orión desconcertado.
— Yo no sabía que había elfos domésticos en Hogwarts.
— Son al menos cien, nunca los conté — intervino Pollux tomando un sorbo de su taza de café.
— Para no tener que ir al callejón Diagon más de una vez, con la situación actual lo más prudente es ir solo una vez para hacer las compras— explico mirando a Sirius detenidamente —. Sirius Orión junto a sus compañeros de cuarto decidieron jugarles una broma a los elfos domésticos de Hogwarts, una muy mala broma, no lo vuelvan a hacer.
— ¿Por qué tienes que ir acompañada? — pregunto Irma con cierto recelo —. No tienes que pedir permiso, ni compañía.
— El ambiente es demasiado peligroso para ir de compras con dos muchachos, y ambos formamos una buena dupla con lo que respecta a magia combativa, nadie supera las defensas de Orión así también como nadie puede contra mis maleficios — recapacito mirando a Orión, quien la observa circunspecto.
— Preferiría esperar a que lleguen las cartas de Hogwarts con la lista de útiles — exclamo Orión levantándose abruptamente, se acercó y le revolvió el cabello a Sirius —. Cygnus tendrá que comprar el material escolar de sus hijas, por lo que podríamos organizar una mejor salida, entre todos, si a Sirius le falta un pijama puede usar uno de los míos, debo tener alguno por ahí que ya no uso, un encantamiento que le ajuste a su talla y le quedara a la medida.
— Sirius ya no puede usar verde y plata— replico Walburga.
— No creo correcto ir al callejón Diagon por un pijama, uno de los míos puede ajustarse
— Por cierto— intervino mirando intrigante —. ¿Ya has dado aviso a los tíos favoritos de Sirius Orión? deben estar ansiosos por venir a felicitar a su sobrino favorito por su selección.
— ¿Quienes? — pregunto Orión desconcertado.
— Ignatius y Lucretia, Si no mal recuerdo, Ignatius fue seleccionado en Gryffindor ¿O no es así? Y todos sus sobrinos, los Prewett, fueron seleccionados en Gryffindor, deben estar ansiosos de felicitar a Sirius Orión.
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Rompiendo el Legado Black.
FanfictionWalburga Black, antes de su muerte, es devuelta al pasado por la magia madre y decide tomar un rumbo diferente. Con conocimiento de los eventos futuros, está decidida a cambiar su historia y evitar el dolor y la oscuridad que ha afligido a su famili...