Rompiendo el Legado Black.

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El pasar de los días fue lento y un tanto aburrido, Orión seguía con sus rutinas sin ningún cambio, aunque Walburga podría jugar que se veía por mucho más tranquilo ya que Pollux e Irma no se encontraban en la residencia y no habían hecho mención de volver. Sirius siguió con sus tareas de verano, aunque ahora estaba más entusiasmados, debido a que estaba concentrado en la tarea de encantamientos. Regulus estaba muy concentrando haciendo informes, ya que Sirius ya no requería de usar ciertos libros, y gracias a su nueva lechuza, a la cual llamo Salazar, comenzó a tener correspondencia con el hijo de Bartemius Crouch.

Walburga seguía intentando demostrarle a Sirius que ella no era su enemiga, pese a ser su madre, y Sirius seguía guardando distancia. Caso contrario era Regulus, totalmente contrario, quien se había concentrado mucho en leer los libros de primer año de Sirius, haciendo informes sobre temas particulares y mostrándoselos, a modo de sentir su aprobación.

Walburga se había dado cuenta de algo sobre su pasado, sobre aquellos años previos, sobre lo que paso en lo que fue su vida anterior y el impacto de esto. Claramente no había sido una buena madre, ni siquiera una madre acorde a lo que Sirius y Regulus se merecían, y los actos de sus hijos en el presente se lo demostraban. Sirius contrariando todo lo que simbolizaba ser un Black, renegando de su ascendencia Sangre Pura, de los valores y la supremacía de Sangre. Caso contrario era Regulus, quien se enorgullecía de todo lo que simbolizaba ser un Black, levantaba el mentón ante cada cosa que demostraba orgullo, profesaba la supremacía de la sangre por sobre todas las cosas, pero, lo noto, Regulus solo decía lo que suponía que ella y Orión, sus padres, querían escuchar, ni siquiera estaba segura si Regulus creía en eso, el solo repetía todo lo que escuchaba, y si era felicitado por sus creencias contra los Muggles o los hijos de Muggles, implicaba que estaba en el lado correcto.

Y ciertamente, si quería evitar que en cuatro años Sirius fuera repudiado, en cinco años Regulus se uniera a los Mortifagos, en siete años que Regulus y Orión falleciera, y en nueve años que Sirius fuera enviado a Azkaban, tenía que tener una especie de base por dónde empezar, base que no tenía.

Su comienzo con aceptar a Sirius como un Black por estar en Gryffindor no había sido un paso lo suficiente poderoso, juzgando, Sirius continuaba con su actitud subversiva, aunque si había un cambio poderoso a comparación de su vida pasada, Sirius estaba haciendo su tarea de verano, y se mantenía en contacto con sus amigos, al menos enviando cartas una vez a la semana.

La nueva rutina, ahora que sus padres ya no estaban de visita, ni ningun otro miembro de la familia, consistía en continuar con lo ya establecido, Sirius hacia su tarea de verano, ahora con materias que lo entusiasmaban más que las primeras, y Regulus tomando uno de los libros que Sirius ya no necesitaba redactaba lo que creía un informe adecuado sobre algún tema particular. En cambio, ella, los observaba a los dos, uno más entusiasmado que el otro escribiendo en pergamino, mientras tomaba una taza de té acompañada con galletas, con ocasionales pausas para que Sirius escribiera una carta a uno de sus amigos y Regulus a Bartemius Crouch Jr. Orión llegaba a su hora establecida, y supervisaba las tareas, corrigiendo cualquier error que notara en los pergaminos o simplemente leía algunos de los pergaminos que traía del ministerio.

— Termine — dijo Sirius triunfante estirando los brazos, después de terminar su último informe para Encantamientos.

— Bien hecho — le felicito, después de mirar el reloj, era la hora en que Orión llegaba, y tal como espero la puerta principal dio un sonoro ruido y se abrió —. ¿Quieres tomar la merienda?

— Yo si — asintió Regulus, dejando la pluma a un lado y dio un salto de la silla, tomo el pergamino y fue directo a sentarse al lado de su madre.

— Yo quiero esto — asintió Sirius tomando unas de las galletas sobre la mesa, particularmente esta tenia forma de una cabeza de león, y le dio un gran mordisco.