Rompiendo el Legado Black.

Una accion incuestionable

Si había cosas que nunca había creído en su vida que verían, ni en su pasado, ni en su vida pasada, porque allí no paso, y en su presente, era ver a su esposo encolerizado. Y el portazo que altero la paz en la residencia, como a todos en la casa y los hizo salir de sus habitaciones o donde se encontraban dio anuncio de lo que era tan atípico, al mismo tiempo que Sirius estaba mirando emocionado, algo aún más extraño.

— ¡¿Qué es ese escándalo? — se escuchó un grito desde la sala de Arte, la inconfundible voz de Pollux Black.

— Orión — intento Walburga llamarle la atención.

— No hables...y tú tampoco — exclamo el nombrado y miro a Sirius.

— ¡No hablar!¡Eso fue genial! ¡No sabía que podías hacer eso! ¿Tú sabias mamá? — Sirius miro con emoción y miro a su madre—. Eso fue grandioso ¡Me enseñaras a hacerlo!

— Eso no es correcto — intervino Regulus tomándole fuertemente la mano a su madre —. ¿Verdad, madre? No está bien comportarnos como Muggles salvajes.

— He dicho que se callen — bramo Orión mirando enfadado, lo que hizo que ambos menores se encogieran y dieran un paso atrás, quedando Regulus oculto detrás de su madre.

— ¿Qué hiciste? — pregunto la monótona voz de Arcturus Black, quien quedo petrificado al ver la entrada.

— Orión, no hace falta que me grites, entiendo tu disgusto, pero gritarme a mi o a nuestros hijos no va a cambiar nada.

— ¿Cómo te atreves a callar a mi hija?¡Ingrato! ¡Infeliz! ¡Cerdo!¡Canalla! — bramo Irma desde el piso superior bajando las escaleras.

— ¡Irma!¡Cállate!

— ¡Tu no me callas, Pollux!

— ¡Silencio todos! — grito Arcturus Black una vez que todos aparecieron en la entrada al escuchar el fuerte portazo —. ¿Qué piensas hacer con esa varita, Crabbe? Bájala ahora mismo.

—¡No le hables a mi esposa en ese tono autoritario!

— Cállate Pollux, haz el favor de callarte — exclamo mirando con severidad y luego señalo a su hijo —. ¡Quiero una explicación ahora mismo! ¿No era solo una charla con los padres del muchacho Snape, para arreglar la confrontación?

—¡¿Hablar?! ¡Padre le dio una paliza! ¡Quiero aprender esos movimientos! Cerro su puño y golpeo justo en el mentón, un diente salió volando, yo vi un diente — respondió Sirius con emoción —. Y sangre, pero no sé si fue de la boca o de la nariz... ¿De dónde fue? Tú estabas más cerca — pregunto mirando hacia atrás y comenzó a imitar lo que había pasado —. ¿Lo viste? ¿No? Fue algo así.

— ¿Qué Orión hizo qué? — preguntaron todos los ancianos alrededor, incluyendo Cassiopeia Black, quien cambio su semblante de un momento a otro, se veía interesada.

— Es comprensible, Orión es un hombre de buenos valores — argumento rápidamente Walburga poniéndose delante de su esposo, ante la mirada crítica que pronto se había centrado a su alrededor —. Fue criado por una abuela inusitada, una madre maravillosa, tiene una hermana, tres sobrinas a las que ama como a sus hijas, una esposa que lo ama incondicionalmente y una nieta a la que gusta consentir, solo acciono ante una situación completamente fuera de sus valores morales...

— ¿Qué? — pregunto Cassiopeia —. ¿A quién golpeo?

— A mi esposo — dijo la mujer Pelinegra, que estaba detrás del matrimonio Black, mirando circunspecta.

— Exesposo — musito Orión —. Sobre mi cadáver volverá a esa casa, salvo que ese Muggle...no Muggle, es una bestia, un animal...un ser inmundo y despreciable.