Finalizando las vacaciones

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Una de las cosas que Walburga agradecía era que no necesitaba luna de miel o cualquier cosa referente al ritual de haberse casado. Su esposo no parecía siquiera interesado por ello, se veía más interesado en su amiga de la infancia que estaba regresando a su vida, y al hijo de esta que era un enemigo acérrimo de su hijo mayor. Si no fuera porque conocía bien a Orión, y lo suficiente, desconfiaría de él y esa cercanía que tenía con la señora Snape, incluso llegaría a desconfiar de ella también, pero desde el primer día tenía cosas en claro.

En primera, Orión había sido criado a la vieja escuela, por lo que para el pensar siquiera en engañar a su esposa era una falta grave, que lo llevaría a ser repudiado por sus padres, a quienes continuaba respetando y obedeciendo, por su hermana Lucretia, y hasta por sus abuelos y antepasados fallecidos.

Aquí Walburga sabía que su Suegra y su Cuñada estarían de su lado defendiéndola, y no perdonarían a Orión, llegando incluso a repudiarlo de ser necesario. Principalmente Melania Black, de soltero Macmillan, defendían los matrimonios de la vieja escuela, por lo que era capaz de sentarse a hablar con Orión para reprenderlo como niño pequeño si llegase a siquiera pensar o imaginar serle infiel a su esposa, o pensar en la alternativa del divorcio, a fin de evitarlo.

Lo segundo que Walburga tenía en cuenta es que la señora Snape seguía igual de devota a su esposo, aceptaba que abandono su magia, y lo repetía que había abandonado todo lo que representaba ser una purista sangre pura por su esposo. Aquella especie de ceguera llegaba a la forma en la que veía a su hijo, no por nada pensaba solo lo mejor de él, y defendía su riña con Sirius solo porque tenían trece años.

Ciertamente Walburga ya lo había notado, el muchacho Severus estaba siguiendo malos caminos, no veía a mal su interés, genuino, en el estudio de las artes oscuras, y este cada vez se sumergía más en ellas, no por nada lo vio días enteros viendo libros. Lo que vio de mala manera fue que los amigos del propio Severus incitaban al uso y abuso de la magia oscura, y siempre contra las mismas víctimas, hijos de Muggles.

La muchacha Lily Evans veía el estudio de las artes Oscuras a mal, porque ciertamente veía los efectos de maldiciones dolorosas, no era grato ver a alguien con grandes pústulas que segregaban liquido verdoso y maloliente, o a alguien sufrir una maldición punzante.

Orión estaba decidido a sacar a su amiga de la infancia de aquel circulo vicioso y evitar a que volviera con su esposo, Eileen pareciera querer volver y seguir su vida tal como hasta ese momento. Del otro lado los muchachos no daban su brazo a torcer, Severus y Sirius seguían peleando como desde el primer día, Sirius seguía en la misma postura, viendo al Slytherin como su enemigo y que estaba dispuesto a jugarle una mala pasada, mientras el otro muchacho no dudaba en aclarar lo malo que era Sirius en Hogwarts.

Algo que alegro a Walburga fue ver a su hijo menor, Regulus Arcturus, poco a poco comenzó a llevarse bien con la muchacha Lily Evans. Si, ambos tenían modos de ver el mundo distinto, habían sido criado de manera muy diferentes, él era el hijo de un matrimonio de sangre pura que odiaba a los nacidos Muggles, y ella una nacida Muggle que aprendía día a día de su nuevo mundo, pero gracias a los sucesos resientes Regulus era más abierto, y la muchacha Lily no lo trataba a mal, más bien parecía tener cada día un mejor concepto de él que de Sirius.

Curiosamente ambos habían tenido una terrible discusión en el preciso momento en que Lily vio a Kreacher haciendo una de sus rutinas más comunes, llevarle la merienda a Regulus. Kreacher había ido a llevarle a Regulus una taza de té y galletas mientras hacia sus deberes de verano, y la muchacha al ver al elfo exploto a decir todo lo que pasaba por su cabeza, llamando a Regulus un vago, explotador y varias cosas más, y curiosamente Ted se veía de acuerdo.

— Yo no soy malo con Kreacher — había gritado Regulus ante las acusaciones.

— Kreacher no es un esclavo — tuvo que intervenir Walburga al ver como de pronto los gritos de la muchacha Lily y Regulus se intensificaban.

Rompiendo el Legado Black.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora