Rompiendo el Legado Black.

Visita sorpresa

Cuando se recostó en la cama, después de alistarse para dormir, solo pudo pensar en el modo de decirle sobre sus sospechas a su esposo. Lo vio recostado en la cama, sus ojos estaban bastante abiertos, por lo que supuso que su mente estaba demasiado concentrada en algo como para prestarle atención, tampoco miraba a un costado de la cama, sino hacia el mismo techo, el cual estaba reflejando el clima de Londres, era una noche estrellada.

— Creo que la madre del amigo de Sirius Orión, es Muggles — dijo recostándose al fin, mirando expectante.

— ¿Qué? — pregunto Orión, que seguía mirando hacia el cielo estrellado sin estarlo mirando realmente.

— La madre del chico Lupin, ¿Cómo se llamaba? Hope, tengo el presentimiento que es Muggle.

— ¿Qué te da la certeza de eso? — pregunto sin prestar atención a las afirmaciones de su esposa, como si no le importara realmente.

— Su pregunta acerca de la existencia de otras escuelas de Magia y Hechicería en Gran Bretaña e Irlanda del Norte o su duda sobre cuál es la mejor — respondió.

— No lo había notado.

— ¿Qué tanto estas pesando? — pregunto mirándolo detenidamente, intentando buscar una respuesta, no ere Legeremante, y aunque la teoría la conocía no fue una rama de la magia que le interesara desarrollar.

— ¿Cómo lo hiciste? — pregunto mirándola.

— ¿Cómo hice que...? — continuo, intentando descifrarlo.

— Supiste lo que Sirius Orión quería hacer, estaba siendo irrespetuoso y detuviste su rabieta.

— No era una rabieta, solo estaba molesto porque su amigo se concentró en el acertijo que en buscar hacer algo con él — respondió encogiéndose de hombros.

— Era una rabieta — dijo molesto —. Aun así...supiste que quería hacer, te lo dijo.

— No me lo dijo, se lo pregunte, y su respuesta fue que no sabía que quería hacer, solo quería hacer algo con su amigo — afirmo —. Le propuse ese juego con el que lo vi distraerse, y lo acepto, eso fue todo.

— Aun así...

— Me he tomado el tiempo de escucharlo, cada noche, desde que regreso de Hogwarts, si a eso estas apuntando con tus preguntas — le interrumpió —. De prestar atención a las pequeñas cosas que hace y lo que dice, y lo que no expresa con palabras.

— Te respeta, te respeta más que a mí.

Respeto quizás no era la palabra adecuada, pensó antes de responder, y ciertamente es lo que menos quería impartir en Sirius, exigir respeto e impartir miedo habían sido una de las tantas razones de las peleas que tenía con Sirius en su vida pasada, hacerlo sentir inferior, y lo que aquello conllevo era lo que estaba dispuesta a evitar. El miedo, el sentimiento de inferioridad, solo lograron que Sirius se alejara de toda la familia, y se escondiera en los brazos de otra, que le dio la bienvenida con los brazos abiertos, aunque, finalmente, su Sirius había terminado por traicionar a esa familia, algo que aún se preguntaba como paso, para convertirse en un asesino, y que, eventualmente, fue encarcelado en Azkaban con prisión perpetua.

— No es respeto lo que me tiene, y prefiero que esa imagen autoritaria que tenía desaparezca — dijo con serenidad —. Si nos ve como figuras que temer y que lo menosprecian, podría desencadenar en que huya y busque refugio en quienes sean los menos adecuados.

— Buscara refugio con tu hermano Alphard — respondió restándole importancia.

— ¿Y si no? — pregunto observando su reacción —. Alphard ya no está solo, Sirius ya tiene una red más amplia, están sus amigos y compañeros de cuarto, y, al parecer James Potter es su amigo de mayor confianza.