Algo que le pareció curioso a Walburga es que la muchacha Lily decidió no hacer sus deberes de verano, tan pronto pudo comenzó a sacar libros de la biblioteca y comenzó apuntar sobre diferentes oficios, para luego ir e increparla a ella sobre que oficios podía hacer una mujer. Walburga creyó que se trataba de una especie de búsqueda de algo, algo que parecía no encontrar. Era como si buscara la ajuga en un pajar sobre los tratos de la comunidad mágica, para encontrar que sus pensamientos no eran tan acertados. Walburga podía llegar a asegurar que, si esa niña se calmaba, podía llegar a tener una larga conversación con Orión sobre política o sobre cultura del mundo mágico.
Para cuando Orión llego del trabajo, consigo traía una sonaja en la mano, la cual agitaba para entregársela a la bebé Nymphadora.
— Orión — exclamo Walburga cruzándose de brazos.
— Ya regresé — dijo acercándose a darle un beso en la mejilla —. ¿Por qué tan seria? — pregunto antes de detenerse a pensar un momento y luego, como si lo hubiera recordado camino hasta donde estaban Sirius y Regulus para revolverles el cabello —. ¿Han avanzado con sus tareas de verano?
Regulus, rápidamente cambio la mirada, se veía muy entusiasmado, y le entrego su pergamino —. Si padre, estaba haciendo mi tarea de historia de la magia.
— Orión.
— Sigue seria, no está enojada, porque gritaría — bromeo Alphard que venía llegando y fue directo a donde estaban los Tonks y del bolsillo de su túnica saco una varita de regaliz—. ¿Cómo está mi sobrina nieta? El otro no es tu tío abuelo, él es un don nadie.
— Es su tío abuelo, Alphard, es mi esposo — corrigió Walburga y fue a sacarle el dulce para que la pequeña no se lo metiera a la boca —. Tiene casi tres meses, Alphard, va a lastimarse el paladar si se mete a la boca la varita de regaliz.
— No importa, compre grageas.
— Demasiado duras.
— ¿Pasteles de Caldero?
— Se ahogará con la miga — respondió —. Su alimentación, hoy, debe ser solo leche materna, después de los seis meses, y de manera gradual debe ir asimilando nuevos alimentos, y dulces después de los dos años.
— ¿Dos años? ¿Vas a privar a esta princesa de golosinas dos años?
— No es privación, su estómago no va a tolerar esos alimentos.
— ¿Quién le enseño eso, tía Walburga?
— Mi suegra, antes de que mi esposo naciera ella era Sanadora en práctica en San Mugo, por lo que adquirió algunos conocimientos — respondió mirando con amabilidad a Andrómeda —. Mi madre, por lo contrario, siempre nos dijo, a Orión, a mi hermano Cygnus y a su esposa, y a mí, que ella crio tres hijos y les daba de comer de todo desde siempre.
— ¿Entonces yo no le puedo comprar ranas de chocolate? — pregunto Sirius —. ¡Es injusto!
— No es injusto, sino ir adaptando el estómago de un bebé a los alimentos según como avanza su tolerancia — respondió mirando a Sirius —. Pero, mientras crezca la bebé, te daré una lista de todo lo que ella ya ira tolerando.
—Yo me encargaba de la alimentación de los cinco — dijo orgulloso Orión —. No es que no confiara en mi esposa, pero mi suegra seguramente haría que se hiciera lo que ella quisiera, y mi madre iba a dar su grito cuando se enterara, si, es verdad, con las niñas no podía decir o hacer mucho, pero con Sirius Orión y Regulus Arcturus si podía.
— De todas maneras, Orión ¿Escuchaste a tu hijo, el menor, esta mañana?
— ¿A Regulus Arcturus? ¿Dijo algo? Estábamos desayunando...
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Rompiendo el Legado Black.
FanfictionWalburga Black, antes de su muerte, es devuelta al pasado por la magia madre y decide tomar un rumbo diferente. Con conocimiento de los eventos futuros, está decidida a cambiar su historia y evitar el dolor y la oscuridad que ha afligido a su famili...