Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 1]

Necesito un respiro-19

Al abrir los ojos vi los ojos castaños de Tracey mirándome.

—¡Tracey! —Me levanté rápidamente, dudé en si acercarme para abrazarla o no, no sabía como de cercana era nuestra relación, hasta que fue ella la que se acercó a mí y me abrazó.

—¿Cómo estás? —Fruncí el ceño. ¿Cómo sabía ella que me había encontrado mal? No estaba ahí antes. —Draco me lo ha contado. —Sentí algo muy extraño al escuchar su nombre.

—Estoy mejor. —La tranquilicé. —Voy al Gran Comedor.

—¿Necesitas que te acompañe?

—No, puedo yo sola, no soy de cristal. —Tracey asintió y me despedí de ella.

Andaba sin apenas energía, le había dicho a Tracey que estaba bien, pero no era la verdad, primero me peleé con mi hermano, ahora con mi mejor amigo. Aunque las cosas con Harry ya "habían vuelto a la normalidad" no era tan así, no hubo una disculpa por su parte, un "lo siento", una muestra de arrepentimiento, pero me estaba quedando sola.

Entré al Gran Comedor con una expresión triste y de cansancio que me forcé a cambiar cuando me percaté de las miradas que me hacían los alumnos más cercanos a la mesa.

Me acerqué hacía donde se encontraban Ron y Harry.

—Hola. —Traté de disimular mis sentimientos con una expresión neutral.

—Hola. —Me saludaron ambos.

—¿Hermione ya ha vuelto? —Les pregunté.

—Está en la biblioteca. —Me informó Ron.

Se creó un silencio incómodo. Del que solo vi una forma de escapar.

—Bueno, pues me voy a dar vueltas por los pasillos, adiós. —Ninguno trató de impedirme que me marchase.

Vagaba por los pasillos sin un rumbo fijo. Hasta que me encontré de frente con una gran puerta negra que no había visto antes. Entré disimuladamente en la sala tras la puerta, estaba vacía, solo había un gran espejo en su interior.

Al mirarme en el reflejo me encontré con una yo sonriente, feliz, me extrañó verme sonriendo, sabía que no lo estaba haciendo, luego vi en el reflejo a dos adultos, un hombre y una mujer, se acercaban a mí por detrás, me giré para verlos, pero allí no había nadie y por último Harry también apareció sonriente como yo.

Pensaba en lo parecida que era la escena con la típica foto de familia que se ponen encima de la chimenea cuando me di cuenta de mi parecido con la mujer y el de Harry con el de aquel hombre, una idea loca se me formó en la cabeza.

—¿Mamá? —Miré a la mujer en el espejo. Ella asintió. —¿Papá? —Lo mismo ocurrió con aquel hombre.

No pude evitar llorar al darme cuenta de que por primera vez estaba viendo a mis padres a mi lado y, de cierta manera, hablándome.

Salí corriendo de allí para avisar a Harry.

—¡Harry! ¡Ron! —Los dos chico se asustaron cuando aparecí frente a ellos. —Venid corriendo conmigo. Harry, he visto a papá y a mamá. -Al oír mis palabras Harry no dudó ni cinco segundos y me siguió.

Los tres entramos en aquella habitación corriendo.

—Mira. —Les señalé el reflejo del espejo.

Harry pareció ver también a nuestros padres, se le veía muy contento. Ron por otro lado miraba confuso y asombrado su reflejo.

—Chicos, yo no veo a vuestros padres. Pero me veo a mí, soy delegado y tengo la copa de quidditch en la mano y... ¡Qué pasada! También soy capitán de quidditch. Estoy genial... —Dijo con tono soñador. Harry y yo le miramos muy confundidos. —¿Creéis que este espejo muestra el futuro?