El primero de muchos, espero-26

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Desperté en la enfermería, no sé cuánto tiempo después.

Miré en la mesa que había junto a mi cama, había varias tarjetas deseándome una pronta recuperación, algunas tarjetas eran de Ron, Hermione, Tracey, Oliver, de los gemelos también había tarjeta, incluso de Draco, del que me sorprendió ver una tarjeta fue de Harry, ¿él ya se había recuperado? ¿Cuánto tiempo llevaba dormida?

Luego miré al frente, un enorme carro repleto de chuches del mundo mágico llevaba mi nombre. "Harry", pensé, recordé aquel día en el tren, cuando entré  en el reservado en el que estaba con Ron, se había comprado todo el carrito de chuches. No me extrañó que hiciese lo mismo conmigo

Sentí unos pasos tímidos entrando por la puerta, cuando levanté la cabeza una sonrisa de alivio se dibujó en mi cara. Ver a Draco en la puerta me hizo sentir una paz inimaginable. Lágrimas de alivio salieron de mis ojos, no podía contenerlas.

Él se me acercó rápidamente y me dio un fuerte abrazo. Un abrazo que ansiaba desde el momento en el que me metí en aquella trampilla.

—Te he echado mucho de menos. —Sollocé.

—Yo también. —Una lágrima cayó uno de sus ojos, pero se la limpió rápidamente.

—¿Cuánto tiempo he dormido? —Le pregunté preocupada.

—Unos días, tranquila, no te has perdido mucho.

—Harry, ¿está bien? —Le pregunté limpiándome las lágrimas.

—Está bien, salió un día después de estar aquí. —Solté un suspiro de alivio.

Draco me sonrió, tenía una sonrisa tan bonita. Me emocionó que aquella sonrisa fuese solo para mí y por mí. Me di cuenta en ese momento de que estaba perdidamente enamorada de él. La figura borrosa que vi en el espejo aquel día era él, era su silueta, siempre fue él, solo debía aclarar mis sentimientos. Miré sus ojos grises, esos ojos tan preciosos que miraría cada segundo, me recordaron a alguien por quien aún no había preguntado.

—Medianoche, ¿qué pasa con él? ¿Quién le ha cuidado? —Draco soltó una pequeña risa.

—Nos hemos hecho amigos. Aunque me llena toda la ropa de pelos, ya no recuerdo si mi ropa era tan negra o es su pelo. —Bromeó. Yo me reí.

—Gracias, por cuidarle. —Dije agarrándole la mano. —No tenías por qué.

—Lo sé, Davis se ofreció, pero insistí. Quería hacerlo. —Le sonreí agradecida.

Nos quedamos unos segundos mirándonos, sin decirnos nada, porque ese silencio lo decía todo. Draco se sentó en el borde de la cama sosteniendo mi mano como yo la estaba sosteniendo.

—No sabes como odio que este año en Hogwarts se esté acabando. —Me dijo acariciando mi mano con su pulgar.

—¿Por qué?

—Hay cosas que quería hacer y que no me atreví a hacer.

—Aún podrás hacerlas el año que viene. —Le dije. Él negó con la cabeza.

—No sé si podré el año que viene.

—Pues aprovecha las últimas semanas, aún te quedará tiempo para hacer algo. —Le aconsejé

—De hecho, sí. Tengo tiempo para una cosa.

No me dio tiempo de preguntarle qué, cuando se inclinó sobre mí y me besó. Un beso torpe, a pesar de eso, nuestras bocas parecían encajar con facilidad, como si estuviesen hechas para eso.

Cuando se alejó de mí le miré sorprendida. Fue inesperado, incluso para él. Una sonrisa avergonzada se formó en mi rostro a la vez que sentía como me ponía roja. A él le pasó lo mismo.

Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora