La trampilla-24

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Estaba esperando frente a la puerta del pasillo del tercer piso a Harry, Ron y Hermione. Estaban tardando demasiado. Empecé a pensar que algún profesor los había atrapado. Para mi suerte aparecieron minutos más tarde.

—¡Por fin! —Dije molesta. —¿Por qué tardasteis tanto?

—Neville se interpuso. —Me dijo Harry.

—¿Neville Longbottom? —Pregunté sorprendida mientras entrabamos al pasillo.

—Si. —Respondió Hermione.

—¿Y qué habéis hecho? —Dije con tono burlón. —¿Cosquillas?

—Hermione le pretrificó. —Dijo Ron. Eso no me lo esperaba, miré sorprendida a Hermione que miraba para otro lado.

—Recuérdame que no te enfade nunca. —Le pedí. Ella soltó una pequeña risa.

Llegamos a la puerta de la trampilla, en laque estaba Fluffy.

—¿Listos? —Nos preguntó Harry. Los tres asentimos.

Hermione levantó su varita e hizo el mismo hechizo que la otra vez.

Alohomora. La puerta se abrió y nosotros entramos.

Dentro sonaba una relajante melodía en un arpa. Nadie la tocaba, supuse que alguien había lanzado un hechizo sobre ella.

—¿Está roncando? —Preguntó Ron.

—Alguien ha estado aquí antes y ha usado un hechizo para que se duerma con el arpa. —Dije yo.

—Snape... —Maldijo Harry.

—Como le apesta el aliento. —Se quejó Ron.

Nos fuimos acercando a Fluffy para tratar de pasar por la trampilla pero una de sus enormes pata lo impedía.

—Movámosla. —Dije.

—¿Qué? —Preguntó Ron.

—Vamos. —Le ordenó Harry.

Nos costó un poco, no queríamos despertar a Fluffy, pero su pata pesaba mucho. Conseguimos dejar libre la trampilla, la abrimos y solo se veía un gran hueco negro.

—Vosotros primero. —Dije apartándome de ahí.

—¿Qué? ¿Por qué? —Se quejó Ron asustado.

—Sois Gryffindor, ¿eso no era valentía? —Pregunté.

—No recordaba que Slytherin representaba la cobardía. —Me fulminó con la mirada Hermione.

—Ni yo que Gryffindor era soberbia. —Le respondí igual de agresiva que ella.

—Definitivamente eso es de Slytherin.

—Y por eso es la casa en la que más cuesta entrar.

—Estás ahí porque lo eligió un sombrero. —Me dijo.

—Y tú porque te enviaron una carta... —Estuve apunto de llamarla sangre sucia, me sorprendí a mí misma, ¿de dónde salía ese odio y desprecio? Pero seguía enfadada, asique no iba a dejar que ella ganase. —¿Sabes qué? Que ya voy yo, gallinas.

Me senté en el borde de la trampilla.

—Bajad cuando avise, y si muero, despedíos de Medianoche por mí... —y luego susurré tan bajito que no me pudieron oír —y decidle a Draco que le quiero.

Entonces me tiré. No tardé mucho en llegar al suelo, pero no me dio tiempo de ponerme en pie cuando Harry, Ron y Hermione cayeron sobre mí.

—¡Au! —Me quejé. —¿No sabéis esperar?

Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora