Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 1]

¿Quién más?-10

Antes de que Hagrid me pudiese responder miré mi reloj y vi que solo quedaban cinco minutos para la hora con la que había quedado con Flint para que me enseñase sobre el quidditch y mi posición.

—Lo siento, Hagrid. Me tengo que ir, me tendrás que responder en otro momento.

Me despedí de él rápidamente y corrí a mi habitación para dejar a Medianoche e irme corriendo hacia donde había quedado con Flint. Por el camino vi a Harry con Wood, estaban yendo a entrenar, a Wood le sentaba muy bien el jersey que llevaba, me quedé unos segundos mirándole hasta que alguien se chocó conmigo y me devolvió a la realidad.

—Lo siento. —Era Draco. —¿A quién miras? —Su mirada se oscureció cuando vio a Wood. —¿Oliver Wood? ¿Por qué? —Me puse roja como un tomate. —¿No me digas que...? —Yo me puse más roja y su mirada se oscureció aún más.

—Tengo que irme, he quedado con Flint para entrenar, luego hablamos, adiós.

Hui tan rápido de él como pude.

Mi entrenamiento con Flint fue aburrido y horrible, mi atención se centraba en sus dientes, se enfadaba cuando no entendía lo que decía, pero era porque me distraía mirando aquellos dientes tan mal colocados.

Me explicó la labor del guardián, mi posición. Debía impedir que el equipo contrario meta la quaffle en alguno de los tres aros que hay.

Luego de explicarme "lo básico" según él, me hizo tener que esquivar varios tiros a un muro, impedí que cinco tiros de siete chocasen contra el muro.

Tras fallar mi segundo tiro se cansó y dio por finalizado nuestro entrenamiento.

Mientras iba al gran comedor me encontré con Harry, ya habría terminado con su entrenamiento con Wood.

—Hola, Harry. —Me coloqué a su lado. —¿Cómo ha ido tu entrenamiento con Wood? Os he visto antes. —¿Qué te ha enseñado de quidditch?

—¿Segura que quieres aprender eso? —Harry me miró con una sonrisa burlona. El rojo de mi cara volvió a aparecer. —Te diré una cosa que seguro que te alegra, Wood también juega como guardián. —Una sonrisa se dibujó en mi cara y Harry al verme no pudo parar de reír, hasta que le pegué un codazo para que dejase de hacerlo.

Mientras caminaba con Harry vi a la espalda de un chico rubio platino sentado en una baranda.

—Harry sigue tú, ahora te alcanzo. —No parecía entender por qué le dije eso, hasta que vio a Draco y puso los ojos en blanco.

—Pensaba que era Wood quien... —aunque estaba susurrando no permití que terminase su frase y le hice un gesto para que se fuese.

Me acerqué a Draco sin que él me notase. Solo lo hizo cuando me senté a su lado.

—¿Qué tal? —No respondió. —Draco, se que Wood es un Gryffindor, pero no me... gusta, solo se me hace guapo.

—¿Guapo? —Repitió. —Ni que él fuese el único chico guapo de Hogwarts.

—Claro que no, hay otro que también se me hace guapo, muy guapo, pero no se lo digo porque le sube el ego. —Miré a Draco que levantó la mirada al escucharme.

—¿Y quién es? —Solo me encogí de hombros.

—Vamos al comedor, tengo hambre, hoy no he desayunado. —Aunque casi me desayunaban a mí.

Draco me miró confuso y luego me siguió.

Al día siguiente estábamos cenando en el comedor cuando el profesor Quirrell entró corriendo, asustado, muy asustado.