Gemma es una chica que suele pasar desapercibida muchas veces por el paddock. Muy pocos son los que saben que es hija de Susie Wolff.
El año 2022 comienza a trabajar con los pilotos de F2 y F3, haciendo un buen trabajo como periodista y darle un po...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Habitación 116."
Vuelvo a leer el mensaje de Arthur.
Miro el pasillo desolado en busca de la puerta con los números 116 grabados en ella, la encuentro a unos metros.
No sé si es buena idea o no pero mis pies empiezan a caminar por si solos y van directo a la habitación que mi amigo me mandó. Ya estoy parada afuera, levantó mano para golpear suavemente la madera pero me detengo antes de hacerlo, alejo mi puño.
Empiezo a pensar en los pros y los contras de ingresar. Arthur no es capaz de enviarme a una trampa, Alice sí pero él no. Además, Carla nunca se lo perdonaría.
Confío en el menor de los Leclerc, y llamo a la puerta. La cual se abre con rapidez, como si estuviesen esperando junto a ella.
Una sonrisa se instala en mis labios cuando veo a la persona que abre.
-Charles -me cuelgo de su cuello, haciendo que él rodee sus manos en mi cintura.
-Principessa.
Me alejo apenas unos centímetros de él para poder verlo, no puedo creer que Charles está acá.
-Pe-pero, Dios, Charles -no puedo armar una oración coherente y eso parece divertirle un poco.
-No podía faltar a la graduación de mi chica.
-No te he visto -digo apenada.
Charles parece recordar que aún estamos en la puerta, revisa que nadie se encuentra en el pasillo y la cierra.
-Tú no pero yo sí -dice con una sonrisa orgullosa-. He estado desde antes que comience el evento, no te voy a contar todo lo que hice para poder llegar hoy en la mañana, pero tuve ayuda también de tres personas.
¿Tres personas? Oh, sí, ya me imagino de quienes habla.
-Ahora entiendo porque estaban actuando medio extraño.
Charles suelta una diminuta risa y eso me hace sonreír aún más.
-¿Comiste? -pregunta y yo niego-. Que bien porque creí podríamos hacerlo juntos.
Me guía hasta el balcón, en dónde hay una mesa armada para nosotros. Charles corre la silla para mí y le agradezco por eso.
-Charlie -me siento un poco mal por decirle que no puedo quedarme mucho tiempo.
-¿Qué sucede? -él me mira desde su lugar, esperando mi respuesta.
-Yo, yo no puedo.
-Si te preocupa el tema de tus padres, no te hagas problema, los chicos lo solucionaron o eso quiero creer.
Y como si todo fuese planeado un mensaje de mi madre llega a mi celular.
Mamá
Gemma, me ha dicho Alice que no se quedarán en el hotel que decidieron salir a festejar ustedes cuatro. Y que subiste a una de las habitaciones para cambiarte.