Dulce Recuerdo © [Sweet #1] ✔

CAPITULO 16

Eliza

-Tengo que admitir que es una sorpresa que me hayas llamado después de tantos años.

Es lo que me dice Ruby, mi terapeuta de hace años, después de brindarme un vaso de agua.

-¿Cómo has estado, Eliza?

Ruby tiene cuarenta y dos años, y, después de más de cinco años sin vernos, aún me brinda la misma sonrisa de siempre. Su pelo negro se conserva, lo que ha cambiado un poco ha sido su mirada, sus ojos tienen unas cuantas arrugas a su lado. Sin embargo, irradia la misma energía que irradiaba hace años. Serenidad.

-He tenido mejores días -digo sincera -. He pasado por muchas emociones en los últimos meses, que ya sentía que era hora de venir. De lo contrario iba a volverme loca.

Ruby se cruza las piernas en el sillón frente a mí, yo dejo mi vaso, ahora vacío, en la mesita al lado de mi sillón. Estamos en su casa, en donde hacíamos las terapias antes. Exactamente, estamos en el patio de su casa.

-¿Quieres hablar un poco de eso?

-¿Cómo están las niñas? -pregunto, tratando de aplazar la conversación.

Aunque sea aplazar las cosas hasta que tenga pensado lo que diré.

Ruby no me mira con irritación o rabia, al contrario, me da una sonrisa de tranquilidad.

-Están bien, Callie entró al curso de arte que tanto quería y Dina está emocionada contando los días para navidad, incluso cuando faltan más de un mes y...

Ella sigue hablando de sus gemelas, pero mi concentración está a media. Mis pensamientos no dejan de recordar lo que viví hace menos de una semana. De lo que sentí y en que... no se si tengo las palabras para describir lo que sentí, no al cien por ciento.

Pero, antes de que pueda pensar las palabras, mi boca actúa por sí sola y suelto las palabras de un tirón.

-Creo que la relación con mi novio se está volviendo enfermiza.

Ruby pausa su relato, parpadea, asimilando mis palabras.

No puedo creer que dijera eso en voz alta.

Lo había pensado un poco, incluso consulté en internet lo que significaba estar en una relación enfermiza. Cada cosa que leía... no me era difícil imaginar a Dominic haciendo esas cosas.

-¿Por qué piensas eso?

Me hundo más en mi asiento, tratando de ocultarme mientras hablo.

-Es que... su comportamiento últimamente me ha hecho sentir mucho miedo -respiro hondo -. En los últimos meses, Connor regresó ¿Se acuerda de él? -ella asiente -. Ya sabe que él y yo... tuvimos historia. En mi trabajo estaban buscando a alguien famoso con quien pueda tener uno o más artículos, le iban a dar un ascenso por eso.

Sigo contando las cosas que han pasado en los últimos meses, como volví a hablar con Connor habitualmente. Como Dominic no supo sino hasta ya muy tarde y como la reacción no ha sido la mejor de todas.

Como se enoja cuando no sabe dónde estoy.

Como, más de una vez, ha revisado mi celular sin mi permiso.

Como me ha dicho insultos horribles varias veces.

Como me ha hecho sentir mal por no contarle las cosas.

Terminó por contar lo que pasó el sábado que me encontró en casa con la ropa de Connor.

La única vez que conté todo esto fue con mi amiga Melissa, quien me ayudo a practicar antes de venir acá y a quien tuve que convencer que no tomara un vuelo de Chicago hasta Pittsburgh solo para darle un golpe a Dominic.