Connor
Algo está mal.
Es lo primero que pienso cuando voy de camino a la habitación de Eliza. Es como una sensación rara.
Aunque raro podría ser como se ha considerado nuestra relación desde que le di la noticia que los leones de Chicago están interesados en mi.
Eliza empezó este semestre sus pasantías en la revista de Teams de Pittsburgh, va a allá tres veces a la semana, y le ha gustado su trabajo, el jefe esta muy contento con el trabajo de mi novia... al punto de querer contratarla en cuanto termine su carrera.
-No importa donde estemos, vamos a estar bien, tu y yo -le dije la noche que le di la noticia -. Un poco de distancia no es nada, siempre podría visitarte o tu a mi.
-Tienes razón -ella asintió a mis palabras -. Es solo que a mi cabeza le encanta hacer miles de ideas, y todas malas.
Le di una sonrisa para ayudar a tranquilizar a su mente, juntando mis labios con los de ella para darle seguridad.
-Todas esas malas ideas que tu mente hace, voy a demostrar que están equivocadas.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo.
Eso fue hace un poco más de un mes, la semana después de esa noche todo iba bien entre nosotros... hasta que las cosas se volvieron raras.
Eliza guardaba muchas cosas de su trabajo cuando hablaba con ella. Cuando se quedaba dormida en mi habitación, podía notar como no estaba al cien por ciento conmigo.
Eso no quiere decir que no confíe en ella. Confío en ella ciegamente, incluso cuando, últimamente, ha pasado más tiempo con Dominic. Los encuentro hablando en la biblioteca o en la cafetería y, cuando me acerco, se callan abruptamente.
Pero justo porque las cosas se han sentido raras últimamente, decidí venir a hablar con ella... para aclarar las cosas antes de que me vaya a Chicago.
Porque los leones me quieren allá lo más pronto posible, les dije que aún me faltaban un par de meses para acabar con las materias que tenía en mi último semestre. Hoy fue mi último día, me esperan para la próxima semana, a muy tardar.
Tengo mis maletas casi listas, solo tengo la ropa que voy a usar estos días afuera. Pero no me puedo ir sin saber que todo está bien entre Eliza y yo.
Toco la puerta de su habitación un par de veces, pero nadie contesta. Vuelvo a tocarla antes de que alguien abra la puerta.
Pero quien abre la puerta no es Eliza ni Harper, su compañera de habitación.
Es Dominic.
Pero eso no es lo que más me sorprende, no, lo que más me sorprende es que Dominic está solo con sus bóxers puestos, cabello completamente desordenado y con su respiración agitada.
No pienses mal, no pienses mal.
-Dominic ¿Qué estás haciendo aquí? -le pregunto, tratando de mantener la calma.
Él sonríe, como si hubiera ganado la lotería.
-Bueno, esto es un poco incómodo -me dice -. Créeme, no quería que te enteraras así... ella te iba a decir.
-¿De qué demonios hablas? -lo empujo para que pueda entrar - ¿¡Que mierda esta pasando aquí!?
La imagen de la cama de Eliza toda desordenada, con su ropa interior en la cama y su ropa en el piso, mientras Dominic está casi desnudo, va a atormentarme por el resto de mi vida.
ESTÁS LEYENDO
Dulce Recuerdo © [Sweet #1] ✔
Romansa¿Qué puede ser peor que reencontrarte con tu ex después de dos años de que él se fuera sin decir ninguna palabra? Tener que trabajar con él. Después de que Connor Schwab decidiera dejarme atrás en Pittsburgh mientras él se iba a cumplir su sueño de...