Dulce Recuerdo © [Sweet #1] ✔

20 AÑOS: PARTE II

Eliza.

Este día no puede ser peor.

No es ni medio día cuando ya mi celular se descargo, mi cabello está hecho un desastre y ahora, en la biblioteca, Harper me mancho de jugo de uva.

-¿Es en serio?

-Lo siento tanto -susurra -. Ni siquiera debí haber traído el jugo, no se nos permite comer en la biblioteca por una razón.

-Aunque sea me manchaste a mi y no a un libro -le digo -. Tengo que bañarme antes de que el olor se quede en mi cabello.

Volteo a ver mi celular, el cual se está cargando en la mesa en donde estamos.

-¿Puedes cuidar de mi celular hasta que salga del baño?

-Por supuesto ¿vas a nuestras habitación?

-Creo que iré a la de Connor, queda más cerca.

Dicho eso, me voy lo más rápido que puedo hacia la habitación de mi novio. Abro la puerta gracias a la llave que Connor me dio hace unos meses, suelto un suspiro cuando veo que no hay nadie, desde la habitación de Connor tomó un pantalón de lana, un suéter y mi ropa interior extra que dejo para cuando duermo aquí.

Me detengo a repasar su closet.

Tiene solo unas cuantas camisas y un par de pantalones en su closet, mi mirada cae en su cama, donde su maleta yace.

Ya esta semana se va.

He estado tratando de ignorar eso, pero cada vez es más fuerte el sentimiento.

Sobre todo porque mis papeles para Chicago aún no se han terminado del todo. Connor aun no lo sabe, porque no lo quiero ilusionar en vano, pero Dominic me ha estado ayudando a hacer una transferencia en la empresa que trabajo. Teams es una empresa de revistas de deporte que trabaja por todo el país, por lo que, con un poco de ayuda, podría conseguir un puesto en su sede en Chicago.

Le pedí a Dominic que mantuviera el secreto. No soy buena guardando secretos a Connor, por lo que cada que me pregunta de mi trabajo, desvio el tema.

Cuando, al fin, me adentro a la ducha, me demoré un poco más de lo que tenía pensado. Esperando a ver si llega Connor.

No lo he visto todo el día, tampoco he podido hablar con él.

En estos últimos días parecía como si me quisiera decir algo, pero nunca decía nada. Me preocupa que esté pensando que la distancia es mucho para nuestra relación y que, de repente, decida rendirse con lo nuestro.

No sé si pueda sobrevivir eso.

Cuando salgo del baño, aún no hay rastro de Connor por ningún lado.

Mi estómago ruge, dándome cuenta que no he comido nada desde el desayuno y, de seguro, es hora de almorzar.

De camino a la cafetería trato de encontrar a Connor, pero aún no hay señal de él o de Harper, quien tiene mi teléfono.

La cafetería es un desastre, imposible que pueda encontrar a Connor en esta multitud.

Una mano toca mi hombro y me giro para encontrarme con Dominic.

-Me asustaste -le digo.

-Lo siento, no era mi intención -lleva su mano a uno de sus bolsillos -. Encontré esto, creo que es tuyo ¿no?

La pulsera que Elaine me dio.

Mi hermana me regaló la pulsera el día antes de venir a la universidad, desde ese día nunca me la había quitado. Pero, mágicamente, un día me desperté y no la encontré.