Dulce Recuerdo © [Sweet #1] ✔

15 AÑOS

Connor

Le pasa algo a Eliza.

Es el primer pensamiento que tengo cuando noto que ha pasado casi media hora en la misma página del libro de historia que debemos de estar estudiando.

Se ha hecho una tradición de nosotros desde el primer año que nos conocimos estudiar juntos cuando los exámenes se acercan. Nos resulta genial, ella sabe todo lo que necesitamos sobre historia, comprensión lectora y biología. Yo se todo lo que necesitamos sobre matemática, química y física. Nos complementamos muy bien.

Por lo que no es normal que Eliza siga en la misma página cuando yo voy cinco páginas más adelante que ella.

-Hoyuelos -. La llamo, pero ella no levanta la mirada - Eli... Eliza - aun nada-. ¡Eliza Jane!

Mi grito la hace sobresalir, aunque ella despegó su mirada del libro y me mira ahora.

-¿Qué te pasa? -me pregunta molesta.

-¿Qué me pasa a mi? -dejo salir una risa irónica -. ¿Qué te pasa a ti? Has estado leyendo la misma página por casi media hora ¿Si quiera sabes de qué trata el tema?

Eliza mantiene su mirada hacia mí, tratando de pensar en que se puede tratar el tema. Cuando baja la mirada por un momento, le quitó el libro, no dándole la oportunidad de que pueda revisar el tema.

Rápidamente me levanto de la mesa en donde estábamos con su libro en mano, poniéndolo por encima de mi cabeza.

Es imposible que lo alcance allí.

Gracias al baloncesto tengo una altura más alta de lo que se espera para mi edad. Eliza en estos momentos me llega a la parte inferior de mi pecho, cerca de mis bíceps. Por lo que al poner el libro en lo alto ni aunque intente saltar, cosa que está haciendo, puede alcanzarlo.

-¡Dame mi libro! -dice, saltando por cada palabra que pronuncia.

Trato de no reírme de su intento por alcanzar el libro, pero miserablemente pierdo la batalla.

Mi risa no hace que las cosas mejoren, la mirada que me da Eliza es la misma que hace cuando sus hermanos no le hacen caso. Genial, ahora me siento regañado por ella.

-Te daré tu libro de vuelta... -su ceño se relaja -. Cuando me digas que te pasa.

Ella me queda viendo por un largo momento, tal vez ya se rindió de pelear y quiere hablar las cosas. Error número uno: bajar la guardia.

Cuando menos me doy cuenta Eliza se avienta sobre mí para conseguir su libro, tomándome en un descuido hace que pierda el equilibrio lo que genera que caigamos al piso los dos.

Incluso en el piso, Eliza sigue peleando para obtener su libro. Ella estando encima de mí le da ventaja, así que no pienso mucho cuando nos hago girar para que sea yo quien esté encima de ella.

-No creerías que iba a dejarse ganar tan fácil.

-No sería una batalla real si me dejaras ganar.

Después de sus palabras empieza a tratar de levantarse para que me haga levantarme también. Aunque sea estaba atenta cuando estudiamos física.

Cuando intenta elevarse, su blusa se jala un poco hacia abajo, ya que estoy prácticamente sobre ella. Mis ojos me traicionan al ver la piel que se va revelando.

Tanto Eliza como yo hemos crecido, ya no somos los mismos niños de once años. Por ende nuestros cuerpos han cambiado también, y decir que no note los cambios en el cuerpo de ella sería mentir. Su cuerpo se ha desarrollado de la mejor manera ante mis ojos, lo que me distrae más de una vez cuando estudiamos juntos.