CAPITULO 23

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Eliza

-¿Recuérdame cuanto tiempo falta para que vengas a Chicago?

-Tres semanas.

El grito de Melissa se escucha por todo mi auto, agradezco haberla puesto en altavoz, de lo contrario iba a romper mis oídos con su chillido.

-Ya estoy preparando todo para cuando vengas.

-¿Te refieres a que estás preparando las películas?

-Obvio, lo siento por Connor, pero la primera noche que llegues vamos a tener pijamada -me informa -. No hay discusión.

-Créeme, Connor es consciente de eso.

-¿Cómo van las cosas de la mudanza?

-Genial, ya he enviado algunas prendas y cosas a Chicago - le explico -. Connor ha ayudado a ordenarlas junto a sus amigos.

-¿Significa que tendrás que reorganizarlas cuando llegues?

-Lo más probable.

Ambas nos reímos, seguimos charlando hasta que llegó a la casa de mi mamá. Hoy le llegó la carta de NYFA a Julian, quiso que estuviéramos con él cuando la abriera.

Confío en mi hermano y estoy segura de que conseguirá su puesto allá. Vi la audición que hizo, y, según él, los jueces quedaron satisfechos con su interpretación del tango de Roxanne.

Me despido de Melissa antes de entrar a la casa. Cuando estoy en la sala, me encuentro con mamá y el señor Gonzales en el sofá, Elaine y Mary en cada uno de los sillones individuales. Julian se encuentra caminando de un lado al otro, con sus ojos puestos en la carta.

-¡Eliza! Al fin llegas -exclamó Julian -. No puedo más, necesito abrir la carta.

-Bueno, ya estoy aquí -me ubico a su lado -. Puedes abrirla.

-Hubiera deseado que Connor estuviera aquí -musita.

-Él también hubiera deseado eso, pero está entrenando todo el día.

Tienen que entrenar hasta la noche hoy, porque mañana se enfrentan con el equipo de Seattle, no vendrá sino dentro de dos días.

Le doy un apretón al hombro de Julian, él suspira antes de agarrar la carta y abrirla. Cierra los ojos mientras la saca, poco a poco abre los ojos.

Mi hermano pasa de fruncir el ceño a abrir los ojos de par en par en cuestión de un segundo, sus ojos leen la carta maniáticamente. Sin decir nada, pero con una sonrisa que nos dice que es lo que leyó.

-¡Entre! ¡Me esperan en septiembre! -grita antes de abrazarme.

Lo abrazó con fuerza, felicitándolo. Luego va a donde mi mamá, quien lo abraza mientras le susurra sus felicitaciones, pasa al señor Gonzales quien le sacude el cabello después del abrazo. Se acerca a mi hermana, quien prácticamente se lanza sobre él gritando de felicidad. Mary es la última, diciendo un te dije que entraría mientras lo abraza.

-Esto merece una celebración -dice el señor Gonzales antes de mirar a mi mamá -. ¿Qué opinan de una cena afuera? Yo pago.

-Antonio, no puedo permitirte eso -le dice mi mamá.

-Insisto, amor -le da un beso en la mejilla -. Quiero darle algo a Julian, después de todo el esfuerzo que hizo.

Mamá tuerce los labios, pensándolo. Al final acepta y nos vamos a un restaurante de comida italiana, la favorita de Julian.

-Un brindis -dice mi mamá -. Por las cosas maravillosas que vienen en la vida de mis hijos.

Julian, Elaine y yo nos miramos entre nosotros.

Dulce Recuerdo © [Sweet #1]  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora