Eliza.
Esto es una pesadilla. En cualquier momento me voy a despertar y estaré en mi habitación. Pero no importa cuantas veces cierre y abra los ojos, cuántas veces me pellizque los brazos y sienta el dolor. La imagen de Dominic sonriendo maliciosamente no desaparece de mi vista.
-¿Qué hago aquí? -pregunto en un hilo de voz.
Dominic se acerca a donde estoy, contra la pared. Sus manos se ubican a cada lado de mi cuerpo, mi cabeza se gira cuando lo siento acercarse a mi.
-¿A qué te refieres qué haces aquí, cariño? -siento su aliento en mi mejilla -. Aquí es donde siempre tenías que estar.
Debo estar en mi cama, no en el medio de nada con alguien que me acaba de secuestrar.
-Dominic...
Me detengo cuando escucho un gruñido salir de él.
-No sabes cuanto extrañaba escuchar mi nombre de tus labios.
Sus dedos pasan por mis labios. Cierro los ojos, conteniendo las ganas de vomitar.
-¿Dónde estamos?
Me deja de tocar los labios, yendo hacia mi mejilla, acariciándola.
-En un lugar donde nunca nos van a encontrar -responde -. Una cabaña que conseguí cuando empecé a planear cómo recuperarte.
¿Recuperarme? ¿¡Recuperarme!?
-¿Así es como piensas recuperarme? ¡Me acabas de secuestrar! ¡Maldita sea!
Trato de despejarme de la pared, pero Dominic agarra mis caderas, chocando mi cuerpo contra la pared con fuerza. Tanta fuerza que siento un dolor en mi cabeza.
-¿¡Crees que me dejaste otra opción!? ¡Tenía que ver como alguien más tomaba lo que me pertenece! ¡Tuve que leer como el gran Connor Schwab se llevó a mi mujer!
-¡No soy tu maldita mujer!
Tal vez esta no es la opción más sensata, pero tampoco es sensata la situación en la que me encuentro. Tengo derecho de gritarle, incluso cuando la consecuencia es que me gire. Su pecho choca con mi espalda y mis nervios se intensifican cuando siento su mano recorrer mi abdomen expuesto.
-¡Eres mía, Eliza! -me grita en el oído -. Eres mía desde ese primer momento que te vi -su lengua recorre mi cuerpo, todo mi cuerpo tiembla de miedo -. Luché para que seas mía, tuve que enfrentarme contra tu supuesto amor por Connor ¿y adivina que? Al final te tuve.
-A bases de mentiras.
Si no puedo atacar físicamente, que aunque sea mis palabras le afecten en algo.
-Al final obtuve lo que quise ¿no? -escucho su risa -¿No quieres saber cómo lo hice?
-Connor me contó lo que le dijiste -escupo -. Me dijo lo que vio y escuchó.
-Ah, pero esa es su versión -me agarra las manos -. Toda historia tiene dos versiones, a veces hasta tres.
-No me interesa escucharte.
Dominic suelta un gruñido antes de alejarme de la pared y tirarme a la cama, trato de correr, pero él me atrapa. Se coloca sobre mí, sacando unas esposas de su bolsillo.
Me retuerzo, luchando para que no me aprisione, pero es en vano. Agarra mis muñecas y las encadena con el cabecero de la cama.
-¡Mira lo que me haces hacer! -me grita - ¿Estás feliz ahora?
Mi respiración se vuelve más rápida y mi visión se nubla.
No puedo atacar, mis manos están atadas.
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Dulce Recuerdo © [Sweet #1] ✔
Romantizm¿Qué puede ser peor que reencontrarte con tu ex después de dos años de que él se fuera sin decir ninguna palabra? Tener que trabajar con él. Después de que Connor Schwab decidiera dejarme atrás en Pittsburgh mientras él se iba a cumplir su sueño de...