Eliza.
Existen situaciones que nunca pensé experimentar. Estar frente a la puerta de Connor a altas horas de la noche, con solo mi pijama y un chaleco puesto, debe de estar en el top de esas situaciones.
Pero ya no hay vuelta atrás.
Trago en seco antes de tocar la puerta de Connor, espero un minuto completo antes de volver a tocar la puerta. Cuando ya la tocó por tercera vez, el miedo empieza a apoderarse de mi.
¿Y si se fue después de nuestra discusión?
No tenía razones por las que quedarse aquí, fui yo la que le pidió que tomáramos un tiempo. Pudo haberse ido otra vez.
El mero pensamiento de que se haya ido otra vez sin decir nada me generó un terror inimaginable.
Pero todo miedo quedó en el olvido cuando veo a Connor abrir la puerta con solo una pantaloneta puesta y su cabello húmedo.
Aún está aquí.
Repaso su cuerpo con mi mirada. Notando que no lleva la camisa puesta. La última vez que lo vi así fue meses atrás donde estaba tratando de convencerlo de que accediera a tener una entrevista conmigo. Su cuerpo no ha cambiado mucho, tiene más músculos que la vez pasada. Asumo que es debido al entrenamiento.
Vuelvo a ver su cara, parpadea varias veces antes de enfocarse por completo en mi. Seguro creyendo que soy producto de su imaginación o un sueño. No lo culpo, mi llegada espontánea aquí a las horas de la noche, no es algo que haría comúnmente.
-Eliza... ¿Qué haces aquí?
-Tu hospitalidad debe de ganar un premio en estos días -bromeo, tratando de aligerar la tensión en mis hombros - ¿Puedo pasar?
-Claro -se hace a un lado, dándome espacio para pasar -. Adelante.
-Gracias.
Entró a su apartamento, sintiendo la tensión en el aire en cuanto él cierra la puerta. Me ubico detrás del sofá, apoyando mis manos en la espalda de este.
-No es que no me alegre verte, pero creí que, después de todo lo que pasó hoy, necesitabas tiempo.
-Si, también era lo que yo creía.
-Entonces... ¿por qué estás aquí?
Alzo mi mirada, enfocándose en él. Decir que no ha cambiado en estos dos últimos años, sería una mentira.
Pero no es su físico el que ha cambiado. Es su mirada, fue una de las primeras cosas que vi que cambió en él cuando dio el primer paso en la boda de Melissa. Incluso de lejos, su mirada hacia mí era completamente distinta.
¿Cómo está Dominic? Era de las preguntas que más me hacía al principio, y ahora entiendo porque me preguntaba eso. Porque una parte de él necesitaba recordarse eso, recordarse la razón por la que todo acabó.
Necesitaba saber eso, porque de lo contrario su mirada hacia mí volvería a ser la misma de hace dos años.
Y ahora que la verdad salió, que ya sabemos lo que de verdad pasó hace dos años, su mirada volvió a cambiar. Pero no es la misma de hace dos años, tampoco es la que me daba cuando llegó. No, esta mirada es diferente.
Es una mirada perdida, tan perdida como la mía. Sin saber como seguir esto, sin saber si podremos recuperar lo que una vez fuimos.
A la mierda con eso.
Dominic hizo que perdiéramos mucho tiempo en el pasado, pero lo que pase de aquí en adelante depende solo de Connor y de mi.
Me acerco a Connor, su mirada no se despega de la mía. Cuando estoy frente a él, sin saber por qué, le doy un empujón en el pecho, que ni lo mueve.
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Dulce Recuerdo © [Sweet #1] ✔
Romansa¿Qué puede ser peor que reencontrarte con tu ex después de dos años de que él se fuera sin decir ninguna palabra? Tener que trabajar con él. Después de que Connor Schwab decidiera dejarme atrás en Pittsburgh mientras él se iba a cumplir su sueño de...