Un día de abril, en un sitio de Barcelona, por la mañana.
No he dormido mucho en toda la noche. No sé muy bien el motivo de mi desvelo. Desde pequeña he tenido dificultades para dormir. Insomnio.
Alguien me llama. Agarro el móvil del escritorio y observo quien es la persona que quiere hablar conmigo. ¡Sofía! Me apresuro a responder.
—¡Hola, Sofía!
—Hola, Cat. ¿Qué tal?
—Bien, ¿y tú?
—Pues aquí estamos.
—Me alegro de oír tu voz. Os echo de menos.
—Y yo a ti, tonta. Oye, explícame qué pasó ayer en tu instituto.
—Claro.
Durante unos diez minutos le explico la historia a Sofía, no me interrumpe en ningún momento.
—Vaya, menos mal que no te han expulsado, eh. Ten más cuidado anda.
—Sí, sí. Tranquila.
—Una cosa, Cat... —añade con un tono de cierta preocupación.
—Dime.
—¿Estás bien con Max?
Lo sabía. Max le ha dicho que no le respondo a los mensajes. Será pesado... Pero ese pesado es mi novio, al menos por ahora.
—No lo sé.
Silencio.
—¿Ha pasado algo entre vosotros?
—No. Ese es el problema.
—¿Cómo?
—Pues que no ha pasado nada entre nosotros. No lo hecho de menos, nada de nada. ¿Es normal?
Sofía tiene clara la respuesta.
—Cat... creo que ya no estás enamorada de él.
—Pero... yo le quiero mucho.
—Lo sé, lo sé. Pero no de la misma manera que antes y, eso se nota mucho.
—Puede ser. ¿Qué hago?
—Romper con él.
—Le haría mucho daño.
—Sí, pero más daño le haces si no le contestas o, peor, si finges que le sigues queriendo.
Mientras escucho el consejo de mi amiga empiezo a llorar. Sofía se da cuenta.
—¿Estás bien?
—Sí. Solo que es difícil dejar atrás dos años con él.
—Lo entiendo. Tómate tu tiempo pero no tardes mucho porque Max también está sufriendo.
—Vale. Bueno, me tengo que ir. Adiós, Sofía. Te quiero.
—Adiós, Cat. Yo más.
El amor es bonito. Cuando amas tanto a alguien y la otra persona también te ama, es precioso. El problema está en si una de las dos personas no ama tanto a la otra.
Tengo que escribirle. ¡Ya!
Abro el chat que tengo con Max y pulso en los mensajes. Ocho mensajes y tres llamadas perdidas.
Amor, llámame, quiero escuchar tu voz.
¿Cat? ¿Por qué no contestas?
Ey.
¡Cat!
¿Va todo bien?
Amor, responde.
ESTÁS LEYENDO
Enséñame a quererte
RomanceCat es una chica de 16 años. Sus padres están separados y, tiene que ir a vivir a Barcelona con su madre. Es muy duro para ella dejar atrás toda su vida. Cuando conoce a Bruno Tucci, un chico mujeriego, despreocupado y, sobre todo, atractivo, se en...