Ese mismo día de abril, en casa, por la tarde.
Max todavía no ha dado señales de vida. ¿No tengo el móvil en silencio, verdad?
Lo reviso una vez más. No, no está en silencio y no hay notificaciones nuevas. Qué raro, con lo que insistió ayer para que le contestara los mensajes y ahora el que no lo hace es él. En fin, paciencia.
El teléfono suena. Es él. Vaya, parece que el universo me ha escuchado. Pienso lo que voy a decir, no se me ocurre nada. Pues a improvisar.
Acepto la llamada.
—Hola, Max.
—Hola, amor. ¿Qué ocurre? Has sonado muy seria cuando me has escrito que teníamos que hablar.
A ver, ¿cuál es la forma menos dolorosa para romper con alguien? Ninguna. Siempre duele.
—Sí, es que es importante lo que tengo que decirte.
—Me estás asustando. Dilo ya.
—No sé como empezar...
—¿Qué tal por el principio? —contesta divertido.
—A ver Max, la distancia es muy difícil en las relaciones y yo creo que lo mejor sería...
—Romper —me interrumpe.
—Sí... lo siento.
—Cat, a mi no me engañas.
—¿Qué?
—Cuando te enteraste que te ibas a mudar siempre me has dicho que la distancia no importa y que no nos íbamos a rendir tan fácil.
—Sí, pero...
—Eso no es lo único que pasa, ¿a qué tengo razón?
Silencio. Me ha pillado.
—Es cierto lo que dices. Pasa algo más pero no quiero hacerte daño, enserio.
—Dímelo.
—Max, yo...
—Suéltalo, vamos —insiste.
—No estoy enamorada de ti.
Un completo silencio. Diez segundos por lo menos. Lo único que se escucha es la respiración agitada de él. No lo quería soltar así pero me ha presionado tanto...
—Vale —contesta angustiado.
—¿Estás bien?
—No.
—Perdóname.
—No hay nada que perdonar. Tú ya no me quieres, eso no lo decides tú, lo decide el corazón.
—Lo sé, pero aún así...
—Da igual, enserio, Cat.
—Vale. ¿Quedamos como amigos?
—Mejor como conocidos.
He sentido como si me clavase un cuchillo en mi corazón.
—Está bien.
—Dime solo una cosa más.
—¿Qué?
—¿Te has enamorado de otro?
—No. Claro que no.
—Vale.
—No tiene que ver con ningún otro chico.
—Está bien. Me voy, adiós Cat.
—Adiós, Max
—Te quiero —responde él.
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Enséñame a quererte
RomansaCat es una chica de 16 años. Sus padres están separados y, tiene que ir a vivir a Barcelona con su madre. Es muy duro para ella dejar atrás toda su vida. Cuando conoce a Bruno Tucci, un chico mujeriego, despreocupado y, sobre todo, atractivo, se en...