Capítulo 3

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Con unas ojeras espantosas Colín se dirigía a casa cinco, sabía que su madre lo esperaba desde hace ya dos días para que le diera una explicación sobre lo ocurrido.

Realmente él esperaba ver a Penélope para aclarar las cosas pero no habían bailes, fiestas, ni paseos en central Park para poder acercarse a ella. Además de que ya no había motivo para ir a la mansión pues allí ya vivía su hermano Anthony con la condesa Kate. Es decir no había pretexto para ir a casa de Penélope por casualidad. A menos que fuera a charlar con el Bridgerton mayor y de ser así, sabía que Anthony actuaría como un padre y lo reprenderia ante tal conducta hacia Penélope.
- Penélope... - y soltó todo el aire que contenían sus pulmones.

Llegó a casa cinco y fue a la sala donde su madre. Estaban presentes sus hermanos menores y Eloise.

- Miren a quién tenemos aquí, vaya Colín tu si que te esfuerzas por salir en la revista de chismes de Wistledow - Colín miro de mala gana a Eloise. Está en respuesta apretó los labios para no reírse. Pero la realidad es que si se rió de él.

- ¿Si sabes qué le acabas de arruinar la reputación a las señoritas Featherington? Penélope no tiene la culpa de tus comentarios. Espero que tengas preparada una disculpa.

- Madre, soy responsable de mis actos. En verdad he buscado la manera de hablar con ella. Pero no la he visto en ningún lado.

- Hijo, - respondió Violet con un tono más bajo y tranquilo. - ¿Cómo piensas qué van a salir a la calle después de tal comentario? - y lo miro. - Tendrás que ir a su casa a pedir una disculpa. - Eloise lo miro.

- Pues si no hay otra manera. - Tomó un bocadillo de la bandeja y se puso en marcha. El solo necesitaba un respaldo, un empujón para sentirse seguro para poder ir a la casa Featherington, seguro se arreglaría todo y serían tan amigos como siempre.

Colin camino y en cuestión de cinco minutos ya estaba parado en la puerta de la casa de las Featherington. Tocó la puerta y la ama de llaves abrió.

- Buenos días, caballero Colín Bridgerton, ¿en que lo puedo servir?

- Buenos días, quisiera hablar con la señorita Penélope Featherington.

- Me temo que eso no podrá ser posible. - y sin más la puerta se empezó a cerrar.

- ¿No? ¿Porqué? ¿Acaso está enferma? - Colin miro hacia las escaleras, intuyendo que Penélope se encontraba en su habitación.

- Nada de eso, la señorita Penélope salió a dar un paseo a central Park. - y le cerraron la puerta en la cara. Provocando que de un paso atrás.

- Perfecto, un lugar público para mediar con ella. - Colín se puso en marcha al parque del centro, camino lo más rápido que le permitían las piernas.

Cuando llegó miro por todos lados, pero no encontraba esa melena roja que caracterizaba a Pen, - ¿Dónde estás? ¿Dónde estás? - se dijo así mismo. Caminó un poco más y al paso que iba saludaba a sus conocidos.

No se percató de las jovencitas que le regalaron sonrisas. - Pen, pen ¿Dónde estás? - de repente pudo observar a las Featherington caminando pero se encontraban acompañadas y por alguien que conocía perfectamente. - Fife -

- ¡Bridgerton! - Colín trato de huir pero la punta de un bastón lo detuvo. - un bonito día, como para pasarla solo ¿no le parece? - Pregunto lady Danbury.

Colín en respuesta inclinó levemente la cabeza en saludo.
- Lady Dambury, lo mismo puedo decir de usted.

- Oh no, no muchacho. Yo ya pasé ese tiempo de pasear con gente. Puedo salir sola y nadie me puede decir nada. Pero usted, ¿Porqué desperdicia su tiempo a solas? - miro hacia las Featherington, - por ejemplo, mire. Las Featherington a pesar de ser la comidilla de todo Londres gracias a lady Wistledow y a usted claro. - Colín abrió los ojos ante tal acusación - Están demostrando lo unidas que son. Incluso lord Fife se ha puesto del lado de ellas y yo si creo que esté interesado en la menor Featherington. - Colín no pudo evitar hacer una sonrisa que más que eso era una mueca.

Mr. Bridgerton, que tenga una excelente tarde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora