Penélope esperaba a la reina Charlotte para presentarle su obra final. Ella estaba despidiendo a los príncipes y a la princesa Edwina. Charlotte camino por el castillo y cinco pasos atrás de ella iba Brimsley.
Penélope estaba un poco impaciente tenía incertidumbre de lo que vaya a pensar la reina sobre su trabajo. Charlotte entro al salón donde Penélope miraba por la ventana.
- ¡Penélope! Te he hablado dos veces. - La reprendió la reina. Penélope dió un pequeño brinco, se dió media vuelta y miro a la reina. Dió una reverencia y se alejo del ventanal.
- Lo lamento mucho su majestad, hoy es un día muy...
- Muy...
- Muy nostálgico. - Penélope tomó entre sus manos las hojas y entrego su último escrito.
Charlotte lo tomó y leyó. Asentía, negaba, reía, pensaba, hacia muecas, se rascaba la cabeza, se volvía reír. Hasta que llegó a su última hoja y con su mirada leyó la última palabra y el último punto final de aquella agradable lectura. - y bien su majestad ¿Qué le pareció? - Charlotte puso una cara de duda y luego le sonrió a Penélope.
- Has hecho un trabajo maravilloso, Penélope me ha encantado todo lo que has escrito.
- ¿Le parece su majestad?
- Me parece Penélope. - y le sonrió.
- Entonces su majestad, - Penélope tomó un libro de pasta gruesa, color rojo y letras doradas. Se lo entrego a la reina - Aquí tiene la historia jamás contada de amor de la reina Charlotte y el rey George - Penélope lo dijo con una gran sonrisa y Charlotte miro el libro en sus manos.
- Es hermoso Penélope, me has sorprendido, que maravilla.
- Hablemos de tus honorarios.
- No, no. No puedo aceptar ningún pago, usted me a cobijado en el palacio. No puedo aceptarlo.
- ¡Esas son pequeñeces Penélope!
- Imposible su majestad. Con el pago de L.W. es más que suficiente.
- Todo eso está en tu cuenta de ahorros en el banco como solicitaste.
- Le agradezco mucho su majestad. No es necesario ningun pago.
- De acuerdo no insistiré más ¿Qué piensas hacer?
- Si usted me lo permite, quiero ir a casa. Con mi madre y hermanas. - Charlotte se lo pensó y asíntio.
- Muy bien, Brimsley, mi protegida se va de palacio, asegúrate que llegue a su casa. - Charlotte miro a Penélope - te voy a extrañar.
- Yo también le extrañaré su majestad, puedo venir a visitarle.
- Me encantaría tenerte aquí y Penélope no te olvides de... - Penélope sonrió.
- Me aseguraré de que así sea.
- Tienes toda la protección de la corona, no lo olvides... Oh no te puedes ir.
- ¿Qué necesita su majestad? Me quedaré el tiempo que usted ordene. - Charlotte sonrió ante tanta lealtad de Penélope.
- No te puedes ir sin antes - Charlotte abrió el libro en la primera página - me escribas una dedicatoria. - Penélope sonrió, se sintió alagada con la petición de su reina. Tomó el libro y se despidió de ella.
Penélope fue a su habitación de palacio, miro como todas sus cosas iban siendo sacadas de ahí para ser transportadas por los carruajes reales hasta su casa. Estaba feliz de volver.
Tomo una pluma, un frasco de tinta y abrió el libro. Escribió la dedicatoria y luego de despedirse de su doncella y todos los que la estuvieron sirviendo, salió del castillo. Penélope por fin volvía a casa.
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Mr. Bridgerton, que tenga una excelente tarde.
RomancePenélope Featherington se encuentra en una encrucijada su mejor amiga Eloise descubrío su secreto más oscuro. Mientras que Colín Bridgerton a pleno inicio de temporada declaró ante toda la sociedad de Londres jamás cortejarla ni en sus sueños más sa...