Capítulo 19

2K 124 5
                                    

La temporada de bailes, fiestas y paseos en central Park estaban a la orden, pues aún faltaban dos meses para que está llegara a su fin.

Penélope tuvo la maravillosa idea de que si está temporada nadie pedia su mano definitivamente se declararía solterona y se marcharia a conocer tierras que solo conocía por los libros. Tal vez allí encontrará algo para ella, además de que tenía la idea de escribir historias de amor como en los libros que leía.

Pues había quedado comprobado que con el libro que ella le hizo a la reina Charlotte podía ser una gran escritora, de hecho lo era.

En el caso del libro de la historia de amor jamás contada de la Reina Charlotte y el rey George eran solo hojas escritas. Pero no perdía nada con intentar llevar sus escritos a alguna editorial.

Penélope tenía una nueva meta. Un nuevo comienzo, quizá, un nuevo propósito de vida.

No había salido de casa en dos días tenía miedo de toparse con algún Bridgerton dónde fuera que sea, en el parque, en la calle, con Madame Delacroax, en la biblioteca, en la escalinata de su casa, definitivamente no iba a salir.

Tenía miedo, miedo de escuchar lo bonita y agradable que se había puesto la boda de Colín Bridgerton y ahora Samantha Bridgerton. De pensarlo se volvía a meter bajo de sus sábanas donde miraba sus cabellos rizados a lado de sus orejas.

- Señorita Penélope, su madre la espera en el salón. - Dijo su doncella con una dulce voz.

- No iré...

- Dijo que si usted decía eso, yo diga que es una orden.- dijo la doncella y seguidamente - Por lo tanto ¡Es una orden! - grito imitando a Portia. Penélope apretó los labios para no soltar una risotada.

- ¡No iré! No quiero salir de aquí.

- Dijo que si usted decía eso, ella vendrá a buscarla. - Penélope puso los ojos en blanco - y también dijo que si usted hacía alguna cara o mueca, la sacaría a empujones de la casa... - la doncella abrió la puerta, entro a la habitación y bajando la voz dijo - y su madre también dijo que ya no vive en un palacio y por lo tanto ya no es protegida de la reina. - Penélope se sentó y las sábanas cayeron.

- Maravillosa jugada. - Se bajó de la cama, se puso en pie y dejo que la doncella haga lo que quiera con ella y asi la dejo presentable. Penélope de vez en cuando ponía a prueba a su madre, le gustaba portarse como una niña chiquita en su casa.

Bajo por las escaleras y entro al salón. Prudence estaba siendo formalmente cortejada y si no estaba mal estaban pidiendo desposarla. Penélope se sintió muy feliz por su hermana. Por lo menos su mamá tendría una boda, que sabia era su madre, el vestido de novia ya estaba encargado.

- Penélope adelante. Toma asiento. - Dijo su madre. - Prudence se va a casar. Penélope abrazo a su hermana y la felicito.

Penélope divagó, se sentía bien estar en casa pero al parecer se acostumbro a vivir en el palacio o acaso es que ya no tenía esa libertad de vivir ¿sola? Nego para si. Pasaron al comedor y almorzaron felices.

- Penélope ¿Podrías ser mi dama de honor?

- ¿Te gustaría que yo lo fuera?

- ¡Por su puesto que si!

- Bien, así será. Haremos una lista de todo lo que se necesita para tu boda. Flores, banquete, músicos, pastel, bebidas ¿Te gustarían juegos artificiales?

- Oh eso es interesante.

- Lo anotaré en la lista.

- ¡Los invitados! ¡Las invitaciones! - Grito Portia emocionada.

Mr. Bridgerton, que tenga una excelente tarde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora