Mr. Bridgerton, que tenga una excelente tarde.

Capítulo 21

Penélope sentía que le faltaba aire, por un momento le dió un ataque de ansiedad. Portia y Prudence la abanicaban con la mano. Penélope cerro los ojos y trato de regularizar su respiración lo más que pudo.

- ¿Qué te ocurre?

- Es que... Es la primera vez, que... Me voy a presentar... Como Lady Wishtledow y por un momento... Caí en pánico...

- Estamos mamá y yo a tu lado. No te pasará nada.

Las tres Featherington entraron a esa gran casa. Penélope era consciente de que se toparia a alguien y le reclamaría pero nadie en especial solo se lo imaginaba y el pánico volvía a ella.

Los invitados que ya habían llegado la miraban y le sonreían de lo más normal. No había nada de malo hasta ahora. Platicaban de lo linda que se veía la casa hasta que el prometido de Prudence se presentó y se la llevó del brazo.

- Traidora... - murmuró Penélope.

- ¿Qué has dicho?

- Nada.

- Creí escuchar, traidora. - Penélope miro a su madre.

- Prudence nos abandonó.

- Te abandono. Yo aquí sigo.

- Lady Portia Featherington ¿Le han gustado las flores que le hicimos llegar a su familia?

- Oh condesa Sofía Walker, que arreglo tan más encantador. Es una belleza.

- Me alegra mucho que les haya gustado, lo mínimo que se merece su familia, tan hermoso halago que hizo su hija a mi baile. Me han vuelto a felicitar y eso que ya tiene semanas.

- ¿Me hablas en serio? - Portia se fue caminando con la condesa viuda Sofía Walker. Penélope estaba sola.

- Pero que cosa tan encantadora ven mis ojos. - Penélope se volteo al momento que decía un nombre.

- Benedic, - y le sonrió, Eloise colgaba del brazo de su hermano.

- Hola Pen, ¿Como has estado?

- Estoy castigada. ¿Puedes creerlo? - los tres se rieron.

- Pudo ser peor, Pen.

- Lo se.

- ¿Te puedo invitar a un baile? - Pregunto Benedic.

- Me encantaría.

- Pen vimos que desfilaron muchos carruajes por la puerta de tu casa.

- Si, es algo raro, - Penélope se rasco la cabeza sin despeinar tan elaborado peinado - desde las ocho de la mañana hemos recibido flores, invitaciones y tarjetas de agradecimiento.

- ¿Por qué? - Pregunto Eloise intrigada.

- Porque resulta que la sociedad londinense está agradecida con mi familia y conmigo por las críticas positivas a sus bailes... Nunca me pasó eso por la cabeza.

- Interesante, lamento no haberte hecho llegar nada.

- Lo haremos mañana. - Penélope les sonrió.

- No es necesario.

- Lo es, señoritas - Benedic ofreció sus brazos, ellas se colgaron de cada uno y caminaron hacia Violet.

- Oh mi querida Pen, ¿Cómo estás? - Colín estaba sosteniendo el brazo de su madre. Miraba a la nada.

- Buenas noches lady Violet, estoy bien. - Eloise. Se soltó del brazo de Benedic. Penélope no miraba a Samantha por ningún lado.

- Penélope y yo tendremos un baile. - Violet sintió como Colín tensaba el brazo.